Bronca por la visita de Otegi al Parlament en la sesión del control al Govern

Anna Gabriel durante el Pleno del Parlament de Catalunya de hoy

Anna Gabriel durante el Pleno del Parlament de Catalunya de hoy / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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El PP y la CUP, por motivos absolutamente opuestos, han convertido al líder de la izquierda aberzale Arnaldo Otegi en gran protagonista de una bronca parlamentaria en la sesión de control al 'president' Carles Puigdemont, que se ha decantado por respetar la visita de Otegi a la Cámara catalana y cargar contra las tesis del popular Xavier García Albiol, que ha llegado a insinuar connivencia del Govern y el Parlament con la violencia etarra.

Ha iniciado el debate la portavoz de la CUP, Anna Gabriel, quien por cierto ha calificado a Otegi de "compañera". Gabriel ha elogiado la figura del dirigente de Sortu y sobre todo ha emplazado al 'president' a mojarse a favor de esta figura. En este sentido ha reclamado estar "al lado de los derechos humanos y la autodeterminación" y ha pedido a Puigdemont que exija al Gobierno central una actuación favorable al proceso de paz en Euskadi.

En su respuesta, el 'president' ha mantenido una posición templada, basada en la defensa del proceso de paz con exigencias tanto a ETA como al Gobierno español: "Para hablar de una consolidación definitiva del proceso de paz se han de dar tres circunstancias: un desarme verificable, interpelando a los actores vascos, estatales e internacionales; ha de haber un reconocimiento al daño de las víctimas sin matices, y una modificación de la política penitenciaria del Estado porque debería cumplir lo que dice el Estatuto de Guernika y transferir al Gobierno vasco la gestión de los centros penitenciarios". El 'president' ha alertado del riesgo de que si estos tres factores no avanzan el proceso puede "no consolidarse", pero ha mostrado su esperanza de que sí se produzcan avances.

LA BRONCA

Tras esta intervención ha sido el turno del portavoz del PP, quien ha hablado de Otegi como un "terrorista" y ha considerado que la visita al Parlament y la entrevista con la presidenta de la Cámara constituyen "la mayor indignidad que se ha producido en este Parlament". En este sentido ha acusado a CDC de haber propiciado la visita de Otegi. Y ha añadido: "Que CDC abra las puertas del Parlament a esta persona es un acto de crueldad a las víctimas y un insulto a los catalanes decentes".

En su réplica, el 'president' ha cargado contra la insinuación de García Albiol de connivencia con la violencia, calificándola de "inadmisible" y ha recordado al dirigente del PP que gobiernos del PP y del PSOE se reunieron con ETA. "Dice que es un acto de indignidad recibir a un representante político. Su gobierno y el PSOE se reunieron con ETA para intentar buscar un acuerdo y dialogar con ellos. Aznar dijo que en ausencia de violencia se puede hablar de todo. Ahora no hay violencia. ¿Se puede hablar de todo, señor Albiol?", ha espetado, logrando aplausos no solo de su grupo parlamentario sino de diputados de la CUP.

LA INCÓGNITA DEL IRPF

La sesión parlamentaria ha tenido otro protagonismo: las criticas de grupos de la oposición como CiutadansCatalunya Sí que es Pot y el PSC por las discrepancias internas del Govern en cuestiones como la subida o no de impuestos en los próximos presupuestos. Al respecto, Puigdemont ha sugerido a Catalunya Sí que es Pot que las cuentas que se presentarán la próxima semana serán del agrado de este grupo de izquierdas. Pero no ha dado detalles sobre la subida o no del IRPF más allá de una reflexión: "¿Es justo que carguemos siempre sobre las espaldas de todos los contribuyentes las injusticias de un sistema de financiación caducado que ya era injusto en su origen? Esto si que es injusto, este es el debate de fondo. Tocar puntos arriba o abajo nos da una cifra de determinados euros pero el déficit estructura que tiene este país por un mal sistema de financiación no lo atraparemos ni subiendo todos los impuestos".