CONFERENCIA EN NUEVA YORK

Borrell: "Reconstruir el pueblo catalán llevará, si tenemos éxito, 20 años"

El ministro de Exteriores trata de romper la narrativa independentista del conflicto catalán en EEUU

Idoya Noain

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Hay una parte del trabajo diplomático que se hace a puerta cerrada, en negociaciones lejos de los focos. Otra parte, no obstante, se libra en la arena pública. Y a la segunda se entregó este jueves en Nueva York el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que en una conferencia de hora y media en el Centro Jean Monnet de la New York University abordó durante 25 minutos el conflicto catalán. Dejó como epílogo una llamada a “reconstruir el pueblo catalán” y a “acabar con la división” entre catalanes. También ofreció un cálculo: “Llevará mucho tiempo; si tenemos éxito puede llevar 20 años”.

Borrell ha viajado a Nueva York como avanzadilla de la misión española que participará en la Asamblea General de Naciones Unidas, liderada por el presidente Pedro Sánchez. Su primer acto público era la conferencia en NYU, organizada en forma de charla con el director del centro, J. H.H. Weiler. Y la primera hora, en un auditorio lleno, la dedicó a analizar tanto los retos de la Unión Europea como los globales, un terreno en el que abogó por “reinventar el multilateralismo porque Estados Unidos ya no está ahí”.

Pero Borrell llegaba con otro objetivo claro: tratar de cambiar la impresión en Estados Unidos sobre qué está pasando con Catalunya, una impresión especialmente marcada por las imágenes de la violenta represión durante el 1-O. “Por eso estoy aquí”, reconoció en un momento de la charla.

Romper la narrativa independentista

Aunque tanto el titular de Exteriores como su anfitrión apuntaron a los éxitos profesionales diplomáticos del gobierno de Madrid, que se traducen en que ningún gobierno ni ninguna institución europea ofreciera su reconocimiento a una potencial Catalunya independiente, Borrell también reconoció que “los indepentistas catalanes han sido capaces de crear una narrativa”, que aseguró es la que ha seguido “la mayoría de la opinión publicada” (que diferenció de la opinión pública). Asumió también que “se cometieron muchos errores” y que “el 1-O fue una desgracia para todos”.

 “No puedes luchar contra la imagen de alquien que quiere votar y un policía intenta impedírselo”, dijo Borrell, pero defendió también que España “no es un régimen represivo con prisioneros políticos”. “Franco afortunadamente está muerto”. dijo el ministro, antes de definir a España como “una total democracia, entre las 20 primeras”, tras lo que añadió irónicamente: “por delante de Bélgica, que nos da lecciones”.

El titular de Exteriores recordó su propia historia personal y repasó momentos históricos, la evolución del independentismo, la llegada de la crisis económica y “la triste historia del Estatuto”, diciendo que se cometió “el gran error de hacer a la gente votar antes de que superara la prueba de constitucionalidad”. Y defendió que “estamos mejor hoy que hace tres meses” y aseguró que hay “nuevo acercamiento, más diálogo”. Recordó, asimismo, que “el presidente del gobierno ha ofrecido escribir un nuevo estatuto”.

En su radiografía de la situación afirmó también que los catalanes son ahora “una sociedad completamente dividida” y aseguró que “el problema está entre catalanes, no entre Catalunya y España”. “En este escenario sociológico”, dijo, “una parte ha sido muy activa, ha trabajado mucho, defendiendo su punto de vista, teniendo una televisión muy potente. La otra parte ha estado callada, hasta que dejó de estarlo, y en este momento esa parte de la sociedad quiere ser escuchada, quiere ser tomada en cuenta”.

El ministro recuperó entonces las palabras de Quim Torra sobre “un solo pueblo” y preguntó “¿Quién es parte de ese pueblo? ¿Me acepta o habla solo de la gente a favor de la independencia?” Y fue a continuación cuando cerró abogando por “reconstruir un pueblo catalán, cancelar la división”, e hizo su cálculo. 20 años. Si tenemos éxito.