Barrio pobre, urna vacía

Barrio de Sant Roc de Badalona

Barrio de Sant Roc de Badalona / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Un estudio de los investigadores Braulio Goméz y Manuel Trujillo advierte de la relación directa y estrecha que existe entre el índice de exclusión social y la abstención, en el conjunto de España y también en Catalunya. El análisis toma datos de las elecciones municipales del 2015 y del índice de pobreza y constata que la relación es directa y afecta en especial a ciudades de más de 100.000 habitantes.

Gómez, investigador de Deusto, y Trujillo, analista del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), llevan años estudiando este fenómeno. Y en su trabajo ('Urnas vacías en los suburbios de las ciudades', que se publicará en el Observatorio Social de La Caixa) denuncian que "la exclusión electoral crónica" sigue vigente respecto a otros estudios de años anteriores. "La correlación entre vivir en una zona caracterizada por la carencia de todo tipo de recursos y la abstención electoral continúa siendo altísima", denuncian. Con el agravante de que "cada vez hay más ciudadanos que viven en estos barrios marginales".

UNA CORRELACIÓN DIRECTA

Según los datos, entre los 75 barrios (definidos a nivel electoral como "secciones electorales") más abstencionistas -respecto a la media de abstención del municipio al que pertenecen- existe siempre un nivel de pobreza o bien extrema o bien en porcentajes de la franja alta. El barrio con más abstención es Vallecas, en Madrid, y en este 'ranking' aparecen el barrio de Sant Roc de Badalona y el de Sant Cosme en El Prat de Llobregat en los puestos 15 y 16 con una abstención del 72% y el 75% respectivamente.

En este 'ranking' aparecen también tres barrios de Barcelona: Torre BaróMarina del Prat Vermell y El Besòs i el Maresme, con una abstención de entre el 64% y el 66% e índices de pobreza en la franja alta, también.

Los investigadores también han analizado el barrio con más abstención de las nueve ciudades peninsulares más pobladas y "en cada una de las ciudades no solo coincide milimétricamente [el barrio más abstencionista] con un barrio desfavorecido caracterizado por su exclusión extrema, sino también con la situación de elecciones anteriores.

FALTA DE PLANES ESPECÍFICOS

"Curiosamente -añaden los analistas-, en todos estos barrios se han desarrollado planes específicos para erradicar la pobreza, centrados en la vivienda, la salud y el empleo, dirigidos por sus ayuntamientos, pero ninguno de ellos ha articulado medidas para incrementar el capital social y el empoderamiento político de los habitantes de estos barrios". En concreto y citando el caso de Barcelona, donde Torre Baró es el barrio con menos participación electoral, se trata de una zona que "concentra la mayor parte de demandas de ayudas sociales" en la capital catalana.

En la mayoría de los barrios señalados, añade la investigación, tiene una importante presencia el colectivo gitano, que concentra una buena parte del abstencionismo "y debería ser objetivo prioritario de la inclusión social y política", reclaman. Lo mismo que sucede con el colectivo de inmigrantes.

Los investigadores concluyen de forma contundente que "los espacios urbanos más pobres de España, al igual que los más pobres de Estados Unidos o el Reino Unido, están fuera de la democracia". Y explican que esta abstención se explica por la alta concentración de ciudadanos desconectados de la vida social. Todo ello añadido a que "el sentimiento de ineficacia" de la política es más alto entre los ciudadanos excluidos. Finalmente, la falta de información para decidir influye en la abstención.

A la vista de esta situación, Gómez y Trujillo apuntan que "las políticas de erradicación de la pobreza son más efectivas y sostenibles si la población objeto de la intervención social se involucra a través de su participación". En los barrios citados "no ha habido iniciativas reseñables para incorporar a los excluidos al censo electoral activo".

QUÉ HACER

Una de las recetas que apunta Braulio Gómez es "haber tenido contacto con oenegés y con personas con relación directa con el mundo exterior, con el resto de la ciudad, para llevar a cabo una estrategia de empoderamiento que tendrá que ver más con espacios que den visibilidad a estos barrios o talleres como los que se realizan para ayudar a buscar empleo; se trata de poner herramientas para saber cómo influir en la toma de decisiones a través del voto". "Hay que tender a un tipo de participación que no caiga en el clientelismo, que sean ellos mismos los que decidan", añade Trujillo citando experiencias de otros países en los que los mismos ciudadanos toman "el mando del gobierno de los barrios y eso redunda en un aumento de la cohesión social y participativa". "La participación es contagiosa, tener a alguien en tu entorno que participa ayuda a participar", apunta Gómez. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Nuevos partidos, los mismos problemas","text":"Y siendo todo ello as\u00ed, \u00bfpor qu\u00e9 este problema sigue siendo poco tratado pol\u00edticamente y en los medios? \"Porque los que no tienen voz, los que no tienen una participaci\u00f3n pol\u00edtica son los que menos importancia tienen para los que gobiernan y los partidos, es un c\u00edrculo vicioso\", concluye Manuel Trujillo."}}