camino de las generales

Aznar alerta al PP de una posible fuga de votos hacia C's el 20-D

El expresidente del Gobierno central, José María Aznar, ayer a su llegada al foro Futuro en Español.

El expresidente del Gobierno central, José María Aznar, ayer a su llegada al foro Futuro en Español.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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José María Aznar reapareció ayer en estado puro. El expresidente se reafirmó en un acto público en las duras críticas que hace una semana lanzó, a través de un comunicado, contra la gestión de Mariano Rajoy en Catalunya y ante la posibilidad de que el PP pierda las generales. La nota de prensa de Aznar molestó a Rajoy, quien le reprochó en una entrevista televisiva que no hable «a la cara». Pues bien, el expresidente repitió ayer sus críticas, no en un órgano interno, como hubiera deseado la cúpula del PP, sino en un foro en el que él o sus asesores guardaron un espacio para que pudiera repetir en persona, ante los medios, sus críticas.

Es más, si hace una semana tan solo alertó de que el resultado de Ciudadanos en las elecciones catalanas «consolida el fraccionamiento del espacio de centroderecha», ayer fue más lejos al pregonar la clara «primacía» de la fuerza naranja sobre el PP, en un escenario que puede reproducirse en diciembre. Por ello, invitó a su partido a «reflexionar» sobre los sucesivos avisos que arrojan las urnas y, especialmente, por qué los catalanes no secesionistas consideran que Ciudadanos defiende «mejor» la unidad de España. En este sentido, volvió a reclamar a su partido que «reafirme el orden constitucional» y no coquetee, como hizo este verano y en campaña, con una reforma de la Carta Magna que «confunde» a la sociedad y no sirve para frenar a unos independentistas, que ahora tienen  una victoria «en escaños» y están «más radicalizados».

A LA DEFENSIVA / Aznar compareció a la defensiva, evitó apoyar expresamente la candidatura de Rajoy -a quien ni mencionó- a la Moncloa y se revolvió ante las «descalificaciones personales» que dice haber recibido por parte del PP, a pesar de que, añadió, no «han desautorizado» sus conclusiones. Lo cierto es que su comunicado provocó un cierre de filas con Rajoy y una crítica cerrada a las formas, pero nadie cuestionó que las urnas hayan dado «el quinto aviso» al PP. En privado, muchos lamentan, además, que su antiguo jefe exponga las debilidades del partido conservador, a las puertas de las legislativas, pero no dé recetas para superar las dificultades.

La dirección conservadora incidió ayer en que «las aportaciones dentro de los órganos del partido son más útiles y permiten el debate interno». Aún así, la cúpula popular demostró que la segunda advertencia de Aznar ha hecho mella, aunque sin reconocerlo. Tras una reunión presidida por Rajoy, el vicesecretario Javier Maroto inició una línea de ataque a Ciudadanos apenas explorada, que consiste en colocar a la fuerza emergente en el espacio de centroizquierda. El dirigente conservador corrigió así la apreciación de Aznar de situar a su contrincante en el espectro de la derecha y, de paso, intentó frenar la fuga de votos hacia la fuerza de Albert Rivera asociando a este con Pedro Sánchez.

EL «NOVIAZGO POLÍTICO» / Maroto consideró que entre ambos se ha iniciado «un noviazgo político» y que la estrategia de Ciudadanos pasa por «absorber los votos del PP para entregárselos al PSOE». Aun así, para no cerrarse puertas, incidió en que su partido confía en «entenderse» con Rivera.

Desde la Moncloa, José Luis Ayllón remachó la nueva táctica contra la fuerza naranja y ninguneó la andanada de Aznar al definir a este como «analista político» y calificar su opinión como «una más», informa Pilar Santos.

El líder del PSOE, por su parte, señaló que el presidente está «aislado». «Entiendo que no hable con una persona, pero solo con una: con Aznar. Porque las cosas que dice Aznar… Parece mentira que le designase a dedo», informa Juan Ruiz Sierra.