El auge del PSC abriría el abanico de alianzas

La subida de socialistas, ERC y 'comuns' deja un eventual nuevo tripartito a las puertas de la mayoría

Miquel Iceta durante su intervención.

Miquel Iceta durante su intervención. / periodico

Xabi Barrena

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La llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, o lo que es lo mismo, el desalojo del PP del Gobierno de España ha tenido, en estos primeros meses, un doble efecto. A la espera de que las  buenas intenciones se traduzcan, o no, en soluciones al conflicto político abierto entre el Estado y la Generalitat en la última década, y no se repita lo sucedido tras el mando de José Luís Rodríguez Zapatero, parece evidente que la pugna institucional ha perdido presión. Las reuniones de Sánchez y Quim Torra, así como la de los respectivos vicepresidentes lo atestiguan. Ello ha redundado, según la encuesta del GESOP,  en beneficio de opciones que son entendidas como que tiran menos de la cuerda. Especialmente ERC y el PSC, pero también los ‘comuns’. Los perjudicados, Ciutadans y JxCat.

La composición del Parlament que dibuja el sondeo abre la puerta a un mayor número de alianzas de las que se permite el actual hemiciclo. La mayoría independentista se movería entre 69 y 72 escaños, pero el tronco central, el suman ERC y JXCat se quedaría en 61-63, tres menos que los 66 actuales. Y es que el crecimiento de la CUP se ancla en la recolección del voto del independentismo irreductible, lo que le da mayor peso en la trinchera secesionista y, al mismo tiempo, otorgaría mayor inestabilidad a un Govern. De hecho, esos guarismos se parecen mucho a los del 2015, cuando CDC y ERC concurrieron bajo la marca Junts pel Sí. 

Una redición del tripartito, ahora imposible porque apenas suman 57 escaños, 11 menos de los que garantizan la mayoría absoluta, según el sondeo se movería entre los 64 y los 67. Es decir, a uno de poder salir adelante. Y la tendencia es al alza puesto que sus tres componentes, ERC (que llevaría el mando, a diferencia del periodo 2003-2010), PSC y ‘comuns’ (herederos de ICV) han conseguido arrancar votos a sus rivales.

Así, por ejemplo, solo el 47,2% de los que votaron a Junts per Catalunya afirman que repetirían, mientras que u 15,9% se ‘pasaría’ a ERC. Los republicanos captan también un 5,7% de los que apoyaron a la CUP. En el sentido contrario, solo el 1,8% de los que optaron por la papeleta republicana se decantarían ahora por el espacio posconvergente y, eso sí, un 4,1% lo haría por los anticapitalistas. Se trata, seguramente, de esa porción de electorado republicano que atribuye a su dirección excesiva moderación y poca adscripción a las tesis unilateralistas.

Alta fidelidad republicana

ERC, con un 71,6% de votante que repetiría, y la CUP, con un 72,8%, son las fuerzas con mayor índice de fidelidad entre su electorado. Y, relacionado con este dato, no sorprende que solo el 17,9% de votantes republicanos y el 15% de anticapitalistas se plantees apoyar a otras opciones. La mitad de los posconvergentes que acarician esa idea con respecto a JxCat.

En el caso del PSC, y a falta de que, obviamente, la tendencia se consolide en próximos sondeos, parece que ha empezado la Operación Retorno del voto prestado en su día a Cs. De los que eligieron al partido ‘naranja’ hace medio año, un 5% optaría ahora por los de Miquel Iceta. Los socialistas también captan un 2% de votantes del PP y un 2,9% de los de Catalunya en Comú Podem.

Precisamente los herederos del espacio de ICV son los terceros con mayor fidelidad de sus votantes el 21-D. Un 58,9%. También reciben nuevos apoyos provinentes de la CUP (un 5,5% de los que votaron anticapitalista por una fuga inversa del 0,7%)

Constitucionalismo indefinido

 Según las tablas que muestran el trasvase de voto, con respecto al 21-D, llama la atención que la indefinición se ha adueñado del electorado constitucionalista. El 37,4% de los que votaron al PP, el 35% de los que apoyaron a Cs y el 39,6% de los ‘socialistas’  afirman ahora que no saben qué votaran.

La hemorragia de votos del PP hacia a Ciudadanos sigue abierta. Con una baja fidelidad de voto, que apenas supera el 50%, hasta el 6,6% de los votantes populares cogerían ahora la papeleta de los de Albert Rivera e Inés Arrimadas. En el sentido contrario, Ciudadanos cuenta con una fidelidad del 54,8% y el trasvase al PP es de apenas el 2,3%. Como se ya se ha comentado, los ‘naranja’ tienen por primera vez un saldo negativo con el PSC. Se les va un 5% y solo les acerca un 2,7%.