Atasco en Pablo Iglesias

El frío y las colas han marcado la asamblea de la CUP

Colas en los accesos a la Pista Cubierta de Atletismo de Sabadell, donde se celebra la asamblea de la CUP, este domingo.

Colas en los accesos a la Pista Cubierta de Atletismo de Sabadell, donde se celebra la asamblea de la CUP, este domingo. / periodico

ALBERT SEGURA / SABADELL

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El destino a veces es caprichoso, y si la Pista Cubierta de Atletismo de Sabadell fue ampliamente criticada por la oposición política cercana a la CUP al considerarla un proyecto del exalcalde Manuel Bustos desproporcionado para la ciudad, este domingo fue el escenario encargado de acoger la cita más relevante en la historia de la formación. El incremento de participantes a la asamblea dejó pequeños los escenarios de Esparraguera y Girona, por lo que el partido, que en Sabadell forma parte del gobierno municipal, se encargó de buscar un nuevo espacio adaptado a las necesidades surgidas del éxito de convocatoria.   

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Lo sorprendente de la elección no queda tan solo en el propio emplazamiento, también en su principal vía de acceso, la avenida de Pablo Iglesias, que a primera hora quedó completamente colapsada de vehículos. Con un carril por sentido, los coches y autocares empezaron a llenar en aparcamiento de la pista atlética sobretodo a partir de las 8.00 horas, cuando se registraron los primeros problemas de acceso. Con una veintena de autocares procedentes de diferentes puntos del país, los vehículos tuvieron que parar más allá de la zona de estacionamiento, ocupando la avenida en toda su longitud.

Las colas se repitieron para acceder al propio equipamiento, donde los militantes y simpatizantes hicieron frente a los 2ºC de temperatura que se registraban poco antes de la apertura de puertas. Los más avispados – y quizás experimentados – ya llegaban portando consigo un termo de café y algún que otro recipiente con mate para hacer pasar el frío, así como pasatiempos para pasar las horas muertas.

En las colas para solicitar la acreditación correspondiente, el frío y el posible veredicto eran los dos temas más comentados. “Pinta que esto servirá para recaudar 4.000 euros para encarar la campaña en marzo”, bromeaban dos militantes. “No será por que no haya ganas de que se solucione este embrollo”, comentaba otro participante, en un ambiente distendido donde todos sabían que el debate sería todo menos corto. Y el resultado tan incierto como se demostró en la tercera y última votación.                                                                               

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Un hecho característico es la presencia de padres y madres que acudieron a la convocatoria acompañados de sus hijos. Con el objetivo y ejemplo de progreso e implicación para integrar todos los colectivos, la organización puso a disposición de las familias un servicio de canguraje, por lo que mientras los adultos participaban en el debate, los pequeños podían estar atendidos y entretenidos en todo momento.

LA PRENSA, ALEJADA

Con la puerta cerrada a la prensa, que fue desplazada fuera del recinto para evitar filtraciones, la asamblea arrancó aún con parte de los participantes en las colas de registro. Con los participantes dentro, una pintada en la fachada del edificio donde se podía leer “Fins mai Mas” quedaba semioculta de manera intencionada detrás de una pancarta que la organización colgó, con el objetivo de evitar influir previamente al debate.

Fuera del debate las diferencias se disipaban, algo que se veía en momentos como el almuerzo, donde el bocadillo y la fiambrera ganaban por goleada a la opción del restaurante. Momentos de distensión que demostraban que, al margen de la opción al final de la jornada, se aceptaría incluso el sorprendente empate final.