ATAQUE CONTRA EL EXDIRIGENTE CONSERVADOR

Asalto en casa de los Bárcenas

Un perturbado disfrazado de cura se cuela en la vivienda del extesorero y retiene a su familia

Tras el asalto 8 Guillermo Bárcenas y Rosalía Iglesias (derecha), ayer.

Tras el asalto 8 Guillermo Bárcenas y Rosalía Iglesias (derecha), ayer.

MAYKA NAVARRO
MADRID

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Al portero del número 34 de la calle del Príncipe de Vergara de Madrid le engañó asegurándole que era un sacerdote de prisiones en misión de servicio. Y el portero, que lleva semanas barrando el paso a periodistas camuflados, sabiendo que el vecino del cuarto, Luis Bárcenas, ya lleva un tiempo entre rejas, le dejó pasar. Tampoco tuvo problemas en camelarse a la empleada del hogar, que le abrió la puerta de la casa en la que se encontraba la mujer del extesorero del PP, Rosalía Iglesias, su hijo Guillermo y un empleado de seguridad. Una vez dentro de la vivienda, el falso cura empuñó un viejo revólver cargado de balas de fogueo, los reunió a todos en el comedor, y les exigió los pen drives y discos duros del extesorero, mientras empezaba a maniatarlos con bridas.

El asaltante, Enrique Oliveras García, de 64 años, perturbado y con múltiples antecedentes por asaltos en viviendas, tráfico de drogas y estragos, pudo ser reducido por el hijo de Bárcenas y el empleado de seguridad. Faltaban pocos minutos para las seis de la tarde y en la calle decenas de estudiantes del colegio del Pilar presenciaron atónitos la escena de una empleada del hogar uniformada y descalza pidiendo auxilio a gritos en la calle. Mientras, desde el balcón del cuarto piso, Iglesias pedía también a gritos que por favor alguien llamara a la policía.

Una hora retenidos

Los primeros en presentarse al lugar fueron una patrulla de la policía municipal que esposó al hombre en el domicilio y lo trasladó a las dependencias del grupo de información de la policía, en Moratalaz.

En cuanto conoció el incidente, la abogada de Rosalía Iglesias, María Dolores Márquez de Prado, se trasladó a la casa, donde la mujer de Bárcenas tuvo que ser asistida por un ataque de ansiedad y erosiones en las muñecas. Javier Gómez de Liaño, el abogado del extesorero, intentó por la tarde hablar con Bárcenas para contarle en primera persona lo sucedido y asegurarle que su familia, a pesar del susto, se encontraba bien. Liaño contó que la familia estuvo retenida cerca de una hora.

El asaltante viajó ayer desde Cuenca con el propósito de «solucionar los problemas que sufre España», según contó. Olivares publicó en octubre del 2011 una carta en el Diario de Castilla-La Mancha dirigida a María Dolores de Cospedal, en la que la acusaba de mentirosa.