Unos desconocidos sierran los mástiles y roban las 'estelades' de varios pueblos de Girona y Lleida

Los hechos sucedieron después del debate en el Congreso sobre la consulta catalana

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Durante la madrugada del martes al miércoles, unos desconocidos se dedicaron a serrar los mástiles con radiales y a arrancar las 'estelades' de CelràFornells de la SelvaBescanó y Serinyà. Precisamente, el robo tuvo lugar pocas horas después de que el Congreso diera el portazo a la propuesta del Parlament para hacer el referendo. Los alcaldes de los pueblos han condenado los robos y aseguran que esto no les hará cambiar, porque sea mediante el Ayuntamiento o la Assemblea Nacional Catalana (ANC) , las 'estelades' se repondrán.

24 horas más tarde, en la noche del miércoles al jueves, lo mismo ocurría en al menos siete municipios de Lleida. También autores desconocidos serraron  los mástiles con radiales y arrancaron las esteladas en Bellpuig (2), Vilanova de Bellpuig (1), Ivars d'Urgell (2), Les Borges Blanques (2), Arbeca (1) y El Palau d'Anglesola (1), publica el diario 'Segre'. En el caso de Tàrrega (1), el robo se produjo la noche del sábado al domingo. 

"Parece premeditado porque coincide con el no rotundo de Madrid", dice el primer teniente de alcalde de Celrà, Dani Cornellà. "Quién lo ha hecho nos ha venido a decir que no solo están en contra de la libertad y la consulta, sino también de la democracia", añade Cornellà. Hay sospechas de que los vándalos hicieron ruta por el Gironès y el Pla de l'Estany, ya que la forma en la que recogieron las banderas independentistas y se las llevaron fue la misma en todos los pueblos: serrando sus mástiles con una radial.

No es la primera vez

Este no es el primer robo en serie de banderas que viven las comarcas de Girona. A mediados de enero, unos desconocidos se llevaron tanto las 'estelades' como las banderas que ondeaban en las entradas de Riudarenes, Santa Coloma de Farners y Anglès, los tres en la Selva interior, y en Cassà de la Selva, el Gironès. Para poder llegar hasta las banderas, los autores de las gamberradas apretaron también los palos que las sostenían.