CELEBRACIÓN DE LA FIESTA NACIONAL

VÍDEO | Abucheos a Sánchez en el desfile del 12 de Octubre

Juan José Fernández / Pilar Santos

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“No voy a ser menos que [Felipe] González y [José Luis Rodríguez] Zapatero”, comentó el presidente, Pedro Sánchez, sobre los abucheos que recibió del público a su llegada al desfile del Doce de Octubre. Pero en realidad sí que fueron menos los pitidos insultos de este viernes que los que llovieron sobre Zapatero en 2009 y 2010, y que abrieron un debate sobre cómo exponer menos a las autoridades a la ira de la gente y sobre cómo evitar que los escraches desluzcan la celebración.

Tras bajarse del coche, y durante medio minuto, unas decenas de personas de entre el público chillaron y silbaron a Sánchez cuando caminaba hacia el punto del Paseo de la Castellana donde recibiría a los Reyes en su primera Fiesta Nacional como presidente. Entre otras palabras más gruesas, le gritaron “¡Okupa!” y “¡Vete ya!”.

Esas increpaciones fueron menos que la lluvia de improperios que, unos minutos después, profirió otro grupo de asistentes desde los aledaños del Bernabéu. Fue tras el izado de la bandera y la revista a la Guardia Real, cuando Sánchez se dirigía a ocupar su puesto en la tribuna de autoridades.

El coro de protestas calló enseguida, con el solemne recuerdo a los que dieron su vida por España. Después, entre aplausos, el paso de 4.000 militares y policías, esta vez sin aviones a causa de la lluvia (salvo cinco cazas de la Patrulla Águila), pero con un aliciente histórico: en el desfile se exhibieron seis banderas nacionales de distintas épocas, incluida la de Carlos III, pues coincidió con la celebración del 175º aniversario de la enseña española. 

"¡Okupa!" y "¡Vete ya!", le gritaron al jefe del Ejecutivo en mitad de la Castellana

Después, en la recepción en el Palacio Real, Sánchez vivió otro momento delicado nada más empezar. Los Reyes se colocaron en el centro del salón del Trono para saludar a los invitados. Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, estrecharon las manos de Felipe y Letizia y, en vez de continuar hacia otra sala, se colocaron en la línea de saludo, como si los dos matrimonios fueran a dar la bienvenida a los 1.500 invitados. Un miembro de Protocolo de la Zarzuela invitó al presidente y a su mujer a continuar. Todo fue un malentendido por la indicación que el jefe del Ejecutivo había recibido segundos antes de un representante de la Casa del Rey. Sánchez quitó importancia al error de organización ante los periodistas. Pese a todo, fuentes de la Moncloa subrayaron que el presidente no tuvo intención de alterar el protocolo ni se equivocó, fue un fallo de protocolo.

Consejos al líder del PP

En la recepción, que duró casi dos horas, el Rey, los miembros del Gobierno y los dirigentes de los principales partidos fueron los más buscados por invitados y periodistas. Pablo Casado se estrenaba como líder de la oposición y estrechó centenares de manos mientras escuchaba consejos. “Yo, que he sido feminista toda la vida, no puedo con lo de [Dolores] Delgado. Dale fuerte”, le dijo una mujer de mediana edad en referencia a las grabaciones de la ministra en el almuerzo con el excomisario José Manuel Villarejo.

Iván Redondo, el principal asesor del presidente, estuvo hablando durante diez minutos con Casado

Entre tantos invitados ilustres, llamó la atención la charla que, al final de la recepción, mantuvieron Casado e Iván Redondo, el jefe de Gabinete de Sánchez. Ambos, muy sonrientes y cómplices, estuvieron a solas más de diez minutos. “Estamos hablando de fútbol”, bromeó Redondo cuando una periodista le preguntó si le estaba dando algún consejo. “Nos conocemos desde hace años”, añadió el asesor, en referencia a que trabajó para los conservadores José Antonio Monago y Xavier García Albiol en la última década. Un diputado del PP asegura que Casado le ha admitido que es una pena que el PSOE lograra “birlara” al PP a Redondo. Una manera indirecta de reconocer que en Génova falta estrategia.