LOS ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA

Oscar en pie de guerra

'El francotirador', candidata a seis estatuillas, es la cinta más polémica del año y, también, el mayor éxito comercial

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay unas escenas al final de El francotirador Son imágenes de archivo de las miles de personas que se apostaron junto a los caminos tejanos que recorrió el convoy funerario de Chris Kyle, la «leyenda» de los SEALs de la marina, el tirador de precisión más letal de Estados Unidos, que en sus cuatro pasos por Irak dejó al menos 160 muertos, un «héroe» y «patriota» indiscutible para buena parte de los estadounidenses, que desde este año tiene un día dedicado en su honor en Tejas.

Hay escenas en El francotirador, filme que se estrena hoy en España, que no estaban en las memorias homónimas que firmó Kyle, esa narración en la que describió a los iraquís como «malvados despreciables» y «malditos salvajes». Son imágenes como la de un niño y una mujer a los que solo el letal talento de Kyle con el gatillo frena cuando van a atacar a una patrulla o las de un duelo exagerado por motivos narrativos con un francotirador iraquí, al que en el celuloide ejecuta con un disparo a casi dos kilómetros de distancia.

Esa mezcla de realidad y ficción ha abierto el foco puesto sobre la película que ha provocado más polémica y acalorado debate político, social y cultural que ninguna de las otra siete nominadas al Oscar que se entregan el domingo, un trabajo que ha demostrado que la guerra es una herida que no cicatriza.

Cooper , y van tres

No hay casi nadie que niegue los méritos puramente cinematográficos de un Eastwood más que vigoroso a sus 84 años, ni nadie que cuestione el impresionante trabajo de Bradley Cooper, que ha logrado su tercera nominación consecutiva como actor y también es productor. Tampoco hay muchos que pongan en duda la capacidad de Jason Hall para imbuir la historia de una profundidad humana que el propio Kyle no se dio en las páginas y que el guionista -con una de las seis nominaciones de la cinta- logró con horas de charla con su viuda, Taya.

Hall, Cooper y Eastwood han hecho repetidas declaraciones asegurando que ven el trabajo no como una apología de la guerra sino como un retrato del peaje humano que pagan sus protagonistas (aunque en la obra solo los estadounidenses tengan dimensiones humanas). El director defendió, por ejemplo, que «la mayor declaración contra la guerra es lo que hace a las familias que quedan atrás». Y hasta Michelle Obama, volcada en el trabajo con veteranos, considerara que la película retrata acertadamente el estrés postraumático que afecta a los militares cuando retornan.

Para otros como Noam Chomsky El francotirador y hasta fascistas, que eleva a la categoría de mito a un hombre cuya veracidad, además, ha sido cuestionada. Perdió una demanda por difamación y ha sido imposible corroborar las alegaciones de Kyle de que en el Nueva Orleans postapocalíptico tras el Katrina disparó a 30 saqueadores (algo que no aparece en la película).

Frente a esos críticos se ha desatado la derecha furibunda y el patriotismo exaltado. La republicana Sarah Palin ha acusado de «escupir sobre las tumbas de los combatientes por la libertad» a quienes cuestionan la película y a Kyle, gente como Michael Moore y Seth Rogen que, por ejemplo, han sido vetados en un restaurante de Michigan.

Más allá del cine

Todo lo generado alrededor de El francotirador va más allá del cine. Como ha dicho un profesor de historia, «demuestra que persiste el debate de qué significa ser estadounidense». Y que alguien como Kyle muriera por los disparos de otro veterano -juzgado estos días- también ha reabierto el siempre sangrante debate sobre las armas.

Más allá de controversias hay algo innegable: la película lleva más de 400 millones de dólares recaudados, 306 de ellos en la taquilla estadounidense, la mayoría en salas en el sur y el midwest, lejos de grandes urbes y costas donde se aglutina la población más progresista. Es una cifra nunca antes vista con una cinta bélica y supera la recaudación combinada de las otras siete nominadas a mejor película. El francotirador, de algún modo, ya ha ganado.