Al contrataque

'Yes, minister'

Me inquieta que Rajoy crea que a nadie le apetecen debates porque suponen un gran esfuerzo y responsabilidad, y sí que le guste ser presidente

Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo, en un acto del PP en Ourense.

Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo, en un acto del PP en Ourense. / periodico

MANEL FUENTES

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«A nadie le apetecen los debates. Suponen una gran responsabilidad y respetar al que está oyendo. No es algo cómodo y no me genera un gran entusiasmo, pero en democracia es bueno y se trata de cumplir los estándares razonables». Palabras textuales de Mariano Rajoy Pepa Bueno, en la SER. Palabras inquietantes, sin duda, ya que de ellas se podría deducir que a Rajoy las responsabilidades no le apetecen, como tampoco respetar al que está oyendo. ¡El hombre que nos ha gobernado durante estos cuatro años!

Espero haber malinterpretado la frase, pero últimamente las declaraciones del presidente candidato a presidente son muy desconcertantes. Lo de las máquinas; lo de «muchas noches y buenas gracias». Ahora cuando protagoniza las cortinillas de 'El intermedio' de Wyoming, uno ya no sabe si las frases son suyas o del montaje de los guionistas. Y volviendo a la frase, el final indica que a él, en temas que exijan responsabilidad y respeto al adversario, lo máximo que se le puede exigir es cumplir los «estándares razonables», que es tanto como abrazarse a la ley del mínimo esfuerzo y exposición.

Hay muchas cosas que no sabemos, pero se imaginan un presidente de gobierno, de un país con problemas sociales y económicos, que solo cumpliera con los «estándares razonables» del trabajo. Que dijera: «Señores, yo a las ocho de la tarde, pase lo que pase, me voy a casa, que para eso soy un jefe 'Champions'. Ni cenas con empresarios ni gaitas. Y por la mañana, gimnasio y al despacho se llega a las diez». ¿Se lo imaginan?

TEMAS REALES Y URGENTES

Los partidos deberían saber que los debates son gratis. Que la gente ahora los sigue con atención, y que es lo único que puede hacer cambiar el voto a una parte significativa del electorado que es, a su vez, lo que los políticos nos han dicho que quieren. En lugar de pactar, nos han devuelto el problema para que volvamos a votar. ¿ Es que no se dan cuenta de que ya estamos a un paso del hartazgo?

Si al final hay debate, humildemente propongo unos temas pidiendo respuestas sensatas y posibles: ¿Cómo reducirán 5.000 millones extra este año? ¿Cómo reformarán el sistema de pensiones, ahora insostenible, para que se pueda mantener? ¿Cuál es su propuesta de reforma fiscal y de la función pública? Ya sé que parecen marcianadas fuera de la actualidad porque ellos proponen hablar de la unidad de España o el referéndum; o de la casta y la caspa; o de las máquinas que hacen otras máquinas, pero son los temas reales que precisan soluciones urgentes.

De todos modos, lo que más me inquieta es que el candidato con más opciones de ganar cree que a nadie le apetecen debates porque suponen un gran esfuerzo y responsabilidad, y sí que le gusta ser presidente... ¡Qué miedo! No me quiero imaginar lo que debe ser mandar...