Dos miradas

Webs y webs

El desprecio y los ataques intolerables, como dice Susana Díaz, no son una exclusiva de Trump

Mensaje con el que se encuentran los internautas que quieren acceder a la versión en español de la web de la Casa Blanca.

Mensaje con el que se encuentran los internautas que quieren acceder a la versión en español de la web de la Casa Blanca. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Es cierto. En la página web de la Casa Blanca (whitehouse.gov) ya no hay referencias a la lengua española. Los informáticos del nuevo presidente se apresuraron - justo después de la toma de posesión, el mismo viernes por la mañana- a cargarse la pastilla que traducía la página. Pero es que, aparte de lo que Susana Díaz llama «un menosprecio a la comunidad hispana y un ataque intolerable a la segunda lengua en los Estados Unidos», la nueva web también borró otras informaciones, como la pastilla del cambio climático, la que defendía al colectivo LGTB, la de los derechos civiles y, en una acción absolutamente mezquina, el botón que permitía el acceso a discapacitados.

La administración Trump no habla español y muchos, como la dirigente socialista, se han desgarrado las vestiduras. ¿Saben a cuántas lenguas oficiales del Estado está traducida la web del PSOE? A ninguna. ¿Y la del PP? A ninguna. ¿Y la de la Moncloa? A cinco, entre ellas el catalán y el valenciano, que, al parecer, son lenguas diferentes. ¿Traducida? No, no lo crean. Solo se traduce (y con unas faltas de ortografía escalofriantes) el encabezamiento y un breve texto sobre la Constitución. El resto de información -absolutamente toda- está solo en castellano. Según la ley, la riqueza lingüística «es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección». ¿Lo es? No. Al contrario. El desprecio y los ataques intolerables, como dice Díaz, no son una exclusiva de Trump.