Ventana de socorro

Villanueva de la Serena

Los extremeños, que poca riqueza han catado, son modestos, realistas, sensatos y prácticos

ÁNGELES GONZÁLEZ-SINDE

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Podría presumir de haber viajado el viernes a Villanueva de la Serena para ofrecerles un análisis penetrante del próximo adversario del Barça, pero no sería verdad. Me llevó la literatura.

Aunque hoy apenas se le lea, Felipe Trigo fue un novelista de enorme éxito a principios del siglo XX. Progresista y avanzado, describía con sensiblidad y agudeza una sociedad que como médico rural y militar conocía bien. Asombra que quien disfrutó de tantísima popularidad (según José Bergamín, solo comparable a Valle-Inclán o Rubén Darío) se haya diluido en la nada, pero su activa militancia anticlerical, su defensa de la igualdad de las mujeres (sus tres hijas fueron pioneras: odontóloga, pediatra y doctora en letras), su denuncia de la corrupción y el caciquismo lo eliminaron de las lecturas recomendadas en la España franquista. Tampoco ayudó su temprana muerte. En 1916, a los 52 años, consciente de que la enfermedad mental que padecía (para él, neurastenia; para nosotros, trastorno bipolar) no tendría cura, Trigo se quitó la vida.

Pero para compensar nuestra desmemoria, el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, su pueblo natal, le recuerda cada año con un premio de novela. Y es que hoy Villanueva hace honor a su nombre: es sereno. La angustia que tanto perturbó a aquel antepasado brilla por su ausencia. Contentos y divertidos tras haber recibido a un grupo de futbolistas multimillonarios en un pueblo donde se vive de las faenas del campo y del comercio que surte a los pueblitos del Plan Badajoz, los villanovenses solamente se alteran con los recientes insultos y desprecios de un columnista muy reaccionario y muy de derechas.

Ajenos al frenesí consumista de nuevo rico que nos consume a los demás desde que empezara el despegue económico en España, los extremeños, que poca riqueza han catado, son modestos, realistas, sensatos y prácticos. Conservan la perspectiva y la cohesión. Habrá que ir más a Villanueva de la Serena.