PECCATA MINUTA

Villancico

Un año más, el Rey leerá lo de siempre, nada, con referencia obligada a los que han huido de Siria en busca de establo, y, a pesar de ser Navidad, no queremos acoger

JOAN OLLÉ

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Cantan Sabina y Serrat como niños de San Ildefonso: "No es verdad que nos dé náuseas la Navidad: nos conmueven la madre, el niño, la mula y el buey; lo que pasa es que estalla una bomba en la noche de paz, lo que pasa es que apesta a zambomba el mensaje del Rey".

No sabemos aún qué sala, salón o ángulo de la Zarzuela u otro noble edificio ha escogido Felipe VI para desearnos unas felices pascuas, ni qué fotografías familiares enmarcadas en plata se encontrarán a tiro de cámara, ni qué traje ni corbata ni gemelos ni zapatos lucirá el Monarca para tal ocasión. Tampoco sabemos quién habrá redactado las palabras que el actuante, previamente adiestrado, leerá en el 'teleprompter' situado en el justo lugar para simular que nos mira a los ojos a españolas y españoles todos mientras lee. Leerá lo de siempre, nada, con referencia obligada a los que han huido de Siria en busca de establo, y, a pesar de ser Navidad, no queremos acoger; leerá que vamos a más; leerá que no quiere que Catalunya se vaya de la moderna España constitucional democrática y nos deseará salud, dinero y amor a partes iguales. Tampoco sabemos si el escenógrafo optará por belén, arbolito, o los dos, ni si la rojigualda estará a izquierda o derecha del personaje, ni qué palabras pronunciará, de despedida, en las varias lenguas del Estado, aunque "buenas navidades" tenga muchos números de ser la agraciada.

CENA SIN PAVO

Todo esto lo veremos y escucharemos atentamente, como ya es costumbre, en casa de Ágata, Jordi y el pequeño Martí, y, al ser ella italiana, es muy posible que luego nos ofrezca una maravillosa cena sin pavo, que remataremos con un corte de imprescindible 'panettone'. También es costumbre en nuestra Nochebuena plantearnos a eso de las once y pico si acercarnos a Santa Maria del Mar para oír el maravilloso 'Cant de la Sibil.la', que, para celebrar el nacimiento de un niño, habla del Juicio Final. Pero no, este año tampoco iremos, porque estaremos ya muy cansados de solo imaginar la de caldo, carn d’olla, canelones, turrón, Orfeó Català, 'llufes', uvas, champán, regalos y carbón que nos esperan hasta que se apaguen las lucecitas de las calles, enmudezcan los malditos villancicos y empiecen la dieta y las rebajas.

Canta Salvat-Papasseit: "'Demà posats a la taula oblidarem els pobres –i tan pobres com som! Jesús ja serà nat. Ens mirarà un moment a l’hora dels postres, i després de mirar-nos arrencarà a plorar'". Y le responden, a dúo, Serrat y Sabina, con sus culos de 'caganers' al aire: "Satanás es un capo llevando el compás, infiltrado en el supermercado de la Navidad".

Y, ya de día, sin taxis en las calles, Pau Riba se unirá a ellos: "'Uns ninots fets de neu escoltaran la veu de les campanes, que molt de matí criden a missa les criades...'"