Al contrataque

Véndelo todo, Cristina

XAVIER SARDÀ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Infanta Cristina: te ha pasado lo mismo que a la ministra Ana Mato, que no sabía nada de lo que hacía su marido fuera de la ley. Tiene que ser muy triste confiar en alguien para que acabe engañándote de esta manera. Lo habitual es pensar que tu pareja te decepcionará acostándose con otras personas o que te abandonará por pura inercia existencial. Vamos, lo típico. Lo tuyo es peor. No puedo imaginar la sensación que debe producir gastar dinero pensando que es tuyo cuando en realidad proviene del defraude y la extorsión.

Es triste, Cristina. Cuando ibas a comprar cualquier cosita para la casa o ibas al súper, el dinero no era tuyo, infanta, era mío. Mío y del resto de contribuyentes. Ya sé que siempre hemos mantenido a tu familia y lo dábamos como cosa más o menos normal... Pero, claro, lo de tu marido pillando dinero de las instituciones públicas nos ha resultado molesto a todos. Además, como tú no sabías nada te deja muy en entredicho, Cristina.

¿Qué te has comprado en los últimos años, infanta? Qué triste sensación. Ahora que lo sabes debes mirar la cafetera de diseño, la ropa de los niños o la cama donde duermes y debes pensar: «Qué cabrón es mi marido». Como tú no sabías nada, este hombre te ha dejado en el más obsceno de los ridículos.

Tu abogado defensor, cual Sazatornil constitucional, dice que está muy satisfecho con las conclusiones del fiscal y que los medios de comunicación no hemos respetado tu presunción de inocencia. Vaya. Te pedimos perdón, infanta. Hay mucha mala leche suelta y a veces se nos calienta la boca. Tú no hagas caso de las habladurías, que ya sabes que hay mucha envidia.

Subasta de bienes

Como tú no sabías nada, se me ocurre algo para que tu nombre quede lustroso y limpio para siempre: devuélvelo todo y, ¡zas!, todo el mundo contento. Si tu marido te ha engañado, haz una subasta con todos tus bienes y das los beneficios a Unicef o a Cáritas. ¿Hay Monarquía sin Fronteras? En fin, lo que sea, pero quítate de encima tanta inmundicia conseguida por tu marido de forma tan vil y a tus espaldas. Qué susto, Cristina. Menos mal que está lo de la doctrina Botín, que te va a servir más que toda la que aprendiste en catequesis.

Si no te mueves rápido, tu imagen quedará afectada, Cristina. Es injusto, porque tú no sabías nada. Véndelo todo, créeme, y que papá te ayude, que aunque haya bajado el  petróleo tiene un buen retiro. Piensa que si no quedarás como un simple tesorero del PP, piensa que quedarás cutre como los de la Gürtel, como los de la operación Púnica, como los mafias de las tarjetas opacas, los corruptos de los ERE, los convergentes del caso Palau o como Pujol and sons. Tú no sabías nada. Tranquila, tu multa la pagamos entre todos. Hasta siempre, Joan.