Vacío y lleno

A raíz de un análisis del documental sobre el 1-O de Lluís Arcarazo1-OLluís Arcarazo, el profesor Jordi Balló proponía una muy interesante reflexión sobre estos días históricos y sobre la visión que tendremos de ellos dentro de un tiempo. Decía Balló que la diferencia enorme que se establece entre la percepción del ahora y la que un día aportará la ficción (y quien dice ficción, dice mirada personal, íntima) es la misma que se establece entre los conceptos de "lleno" y "vacío". Ahora, partimos de dos necesidades: saberlo todo, en tiempo real, y con un discurso prolijo y detallado; y a la vez transmitir a la audiencia la contundencia de la propia argumentación. La totalidad. 

Al otro lado, el vacío. Es decir, el acercamiento propio del artista, del creador. Lo que se basa en lo que hay "fuera de campo", un territorio donde "la ambigüedad es fértil". También es un asunto de detalles, pero no los de la Historia en mayúsculas (la agenda de los hechos) sino los de las mínimas historias particulares (la poética de las sensaciones).

La cámara del presente

"Son las cosas inesperadas, las que no son previsibles, las que te hacen pensar", dice Balló, y llegará el día en que contemplaremos estos meses con la voracidad (¡y la veracidad!) de un cineasta, de un escritor, que no vive los momentos cruciales sino que vive "en" estos momentos. Sus dudas, las debilidades, los desamores, los miedos, los llantos, las pasiones, mientras, al fondo, el paisaje se convierte en inhóspito, casi tanto como el que ahora enfoca la cámara del presente.