Unamuno era un fotógrafo

FERRAN MONEGAL

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Ya les supongo enterados de que Antena 3 TV ha decidido poner fin a su teleserie Vis a vis. El miércoles se despide. No ha sido una mala serie, en absoluto. Pero últimamente la audiencia -sin ser baja en su conjunto- iba menguando petit à petit. En esta segunda temporada -y última- han apretado el acelerador con escenas de mucha violencia. Y han abordado con más ímpetu las relaciones lésbicas entre las reclusas de la cárcel Cruz del Sur. Ha sido novedoso que una teleserie española se acerque con tanta energía al lesbianismo. Al margen de que seguramente buscaban la provocación -no me atrevo a decir el escándalo, porque hoy en la tele lo que más escandaliza son los casos de corrupción política- la verdad es que la relación de Saray (Alba Flores) con la Rizos (Berta Vázquez) ha tenido momentos de interés. El otro día, por ejemplo, estaba Saray ayudando a estudiar a la Rizos y libro en mano le pregunta: «¿Quién fue Unamuno?». Y la Rizos le contesta: «¡Un fotógrafo!». Hombre, bien mirado Don Miguel de Unamuno fue un notable retratista de la condición humana. También de la femenina. Ahí está La tía Tula. Y quizá los guionistas de Vis a vis no saben, u olvidan, que en una de sus novelas cortas, Dos madres, retrata el extraño triángulo de amor y celos que conforman JuanRebeca y Berta. Digo extraño, porque el propio Unamuno nos advierte al final del segundo capítulo: «De quien estaba Berta perdidamente enamorada era de Raquel. Raquel era su ídolo». ¡Ah! Esta pincelada alusiva al lesbianismo, escrita en la España de 1920, tan llena de tabús, tiene su mérito. Más mérito que apretar el acelerador con las relaciones lésbicas en una cárcel del siglo XXI.

¿'BREXIT'? ¡PUES SIN EUROVISIÓN! . - Esta semana ha estado Gonzo (El intermedio, La Sexta) conversando sobre el Brexit con John Carlin, escritor y periodista de padre escocés y madre española. Abominó de los que quieren abandonar la UE. Y lanzó una propuesta interesante. Dijo: «A los que quieren huir yo les castigaría. Les diría: ¿No queréis seguir en la UE? ¡Pues tampoco participaréis en Eurovisión! ¡Ni en la Champions League! ¡Ni en la Eurocopa!». Y añadió Carlin con deliciosa ironía: «Eso si que son temas serios. Se lo pensarían mucho». Estamos de acuerdo. Hoy en la vieja y apolillada Europa lo que preocupa más es no quedarse fuera del posturismo eurovisivo, o de las cabriolas de 11 contra 11 con un balón y en calzoncillos.