El misterio del amor

JENN DÍAZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No, qué va. No soy traductora, pero he traducido dos libros: uno mío y otro de Joan Miquel Oliver. Ambos de catalán a castellano. Como no soy traductora pero él tampoco es escritor, no hay problema. En el último año parece que las líneas personales y emocionales de mis dos lenguas maternas -una más materna que la otra- se han ido fundiendo: por una parte, gracias a Eva Piquer, me puse a escribir cuentos en catalán; por otra, gracias a Izaskun Arretxe, me puse a publicar una novela en catalán;una novela en catalán por otra, gracias a Anna Soldevila, me puse a traducirme a mí misma al castellano. Y por último, gracias a la Editorial Barrett, que dará a luz en breve, voy a traducir un libro que no he escrito yo.

De Eva, Izaskun y Anna no esperaba menos: las tres, editoras y excelentes lectoras de la literatura catalana, eran las piezas clave para que yo me planteara algo que quizá me habría planteado más adelante, pero no ahora. Lo que más me sorprende y agradezco es que una editorial pequeña, que empieza -no ha empezado aún-, se decida a traducir una obra de Joan Miquel Oliver: es decir, una novela mallorquina, escrita en mallorquín por un músico mallorquín. La novela es fantástica, desde luego, y lo he pasado en grande traduciendo 'El misteri de l’amor', pero, de verdad, ¿unos sevillanos?, ¿a nadie antes, de todas las editoriales catalanas que publican en español, se le había ocurrido? Por escrito queda mi agradecimiento.

En la misma línea, he participado, para cerrar el círculo de mi bilingüismo, en el último número de 'Eñe', que ha cambiado su nombre para dar paso a 'Enye' durante tres meses. Lo excepcional de mi paso por Cataluña con 'enye' es que lo he hecho con un texto escrito a medias en catalán y castellano, y traduciéndome a mí misma: triple salto mortal. Hasta el momento, bastante tenía con lanzarme a la literatura escrita en catalán, pero gracias a Luisgé Martín he empezado a borrar esas líneas engañosas: lo he mezclado todo, y el resultado no podía convencerme más.

De nuevo, me pregunto: ¿una editorial sevillana y una revista madrileña? No, no es una crítica, es un llamamiento a despertar: yo, la primera. Una de las grandes conquistas del catalán no es solamente ser traducido al inglés, italiano, francés, alemán. La más difícil de las conquistas está aquí al lado: habrá que ponerse a trabajar.