tú y yo somos tres

'Tombs' por dos vidas

Ferran Monegal

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En homenaje a Johan Cruyff TV-3 ha rescatado del archivo aquel extraordinario Un tomb per la vida que le dedicó Joaquim M. Puyal, en 1993 si la memoria no me falla. Ha sido una idea excelente. Y por varios motivos. No solo por volver a disfrutar de ese gran Johan Cruyff, tan suelto, tan listo, tan divertido, tan humano, con esa capacidad suya, tan particular, no solo de reinventar el fútbol sino de reinventar también el idioma castellano.  Ha servido también esta reposición para contrastar le vigencia de un programa como Un tomb per la vida, aún habiendo pasado 23 años. Qué pulcritud televisiva. Qué trabajo más redondo y afinado. Ritmo suave, fluidez, delicadeza, y por encima de todo, material humano de incuestionable interés. Sello de calidad. De cuando TV-3 era una TV pública homologable con las de Francia o Gran Bretaña. Aquel fue un programa impecable. Además de Puyal estaban allí Xavier Bosch en calidad de DirectorMònica Terribas como Directora de documentacióSergi Cutillas como Director musicalRamon Salvador como Director literariJordi Roset como Director de vestuari.... ¡Ah! Creo que nunca ha habido en la historia mundial de la televisión un programa con más directores por metro cuadrado. Y no obstante, lejos de ser un guirigay, el conjunto era una melodía afinada al máximo. Esa noche dedicada a Cruyff, además, fue el debut de Manel Fuentes. Tenía entonces 22 años. Fue la primera vez que pisaba un plató. Casi casi en plan espontáneo. Y nos hizo una imitación de Stoichkov admirable. ¡Ah! Celebro la decisión de TV-3. Rescatar este programa no solo ha sido un homenaje a Johan Cruyff. Ha sido también recordarnos que, tiempo atrás, hubo una forma de hacer televisión pública con un grado de excelencia que hoy, tristemente, ya no podemos disfrutar. Ha desaparecido del mapa.

CARLES FLAVIÀ .- También BTV ha estado acertada yendo al archivo para despedir a Carles Flavià. Ha rescatado una entrevista que se hizo a sí mismo -solo él podía atreverse a esta genialidad- en su programa Jo què sé!. Con su privilegiada retranca, lúcida e iconoclasta, se preguntó: «¿Crees en Dios?», y se contestó a sí mismo: «Hace años que no nos hablamos. Es más, no tengo ni idea de si existe. Pero prefiero creer en Dios que en Stephen Hawking». También solía decir Flavià que había dejado de ser cura porque ahora los sermones se dan mucho mejor desde la tele. ¡Ah! Cuánta razón, amic Flavià.