Tiquismiquis en Twitter

Hoy en día se publican y comentan las noticias a tal velocidad que a la hora de opinar sobre algo ocurrido hace más de 24 horas ya me parece desfasado. Pero como suelo contradecirme, voy a volver sobre una noticia surgida  en los medios el pasado fin de semana, referida al tuit que escribió Lobo Carrasco felicitando por la victoria en Roland Garros a la tenista Garbiñe Muguruza y extendiendo la felicitación a sus «piernas tan maravillosas». Fue colgar el tuit y ver a muchos lanzarse a degüello contra su autor, que fue tildado de «casposo», solicitándose incluso que lo despidieran de la televisión donde trabaja y otras sugerencias más infames, lanzadas con la virulencia propia de una red social que cuenta con muchos groseros en sus filas. Personalmente, no sé si era oportuno hablar de las piernas de la tenista en una felicitación deportiva. Puede que no; pero estoy seguro de que Carrasco no pretendió ser machista al comentar el «estilazo» de la tenista y la belleza de sus piernas. Yo sé que hoy en día defender ciertas posturas de manera pública supone meterse en un jardín que la mayoría prefiere evitar. Dicho esto, es de destacar el nutrido grupo de tuiteros que se pusieron del lado de Carrasco al considerar que ante un comentario así hay que ser muy tiquismiquis para ver una falta de respeto hacia la persona a quien se dirige.

Pero lo más importante es lo que haya sentido Garbiñe al leerlo, y creo que no habría de molestarle el elogio a su físico. Al fin y al cabo, a todos nos importa dar buena imagen, incluso disputando una final de tenis.

Hace unas semanas, al final de nuestro espectáculo unas señoras se acercaron para felicitarme y para saber dónde compramos los pantalones negros que utilizamos en un momento de la obra, ya que, según dijeron, nos hacían muy buen tipo. Nos reímos juntos… y no me parecieron nada casposas.