OPINIÓN

Theo Walcott y los focos

Aquella estrella precoz del Arsenal con la que soñó el Camp Nou reubica su fútbol en las filas del Everton

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Axel Torres

Axel Torres

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Hubo una época en la que el Barcelona y el Arsenal se cruzaban a menudo en la Champions y en la que Theo Walcott era observado como una amenaza feroz por la afición azulgrana. En esos duelos, la velocidad del extremo inglés cobraba una enorme importancia. La alta consideración que poseía Walcott en el entorno 'culé' sorprendía en Inglaterra, donde se sospechaba que no alcanzaría el nivel que había insinuado en su tierna juventud.

De hecho, era suplente en un Arsenal del que se había marchado hacía ya tiempo Thierry Henry, sin que en ningún momento lograra recoger su testigo como líder del ataque –algo a lo que en cierto modo aspiraba, sobre todo cuando decidió quedarse con su dorsal, el 14-.

Esta semana, los últimos brotes de esperanza de que Walcott se convirtiera en la estrella del Arsenal se evaporaron para siempre. El internacional inglés dejó finalmente el club y fichó por el Everton por cerca de 23 millones de euros después de haber disputado sólo 69 minutos en la presente Premier League. Un adiós triste y gris para un futbolista que ha pasado 12 años en los 'gunners' y que ha marcado 106 goles con la camiseta del primer equipo.

Tuvo, por supuesto, sus momentos de gloria, y la pasada campaña dio la sensación de poder consolidarse definitivamente. La llegada de Lacazette este verano y el cambio de esquema le perjudicaron y Wenger dejó de creer que aquel chaval por el que había pagado 12 millones de libras cuando tenía 16 años acabaría siendo el fenómeno que entonces pronosticó. Pero ésta no es sólo la historia de un talento precoz que no se confirma. Posee una carga mucho más elevada.

Aquella estrella del 2006

Walcott, con 17 años recién cumplidos y sin haber disputado aún ni un solo minuto en la Premier, fue convocado por Eriksson para el Mundial 2006. Debutó antes con la selección absoluta de Inglaterra que con el primer equipo del Arsenal. Acudió a la cita de Alemania con 21 partidos en segunda división con el Southampton como única experiencia en el fútbol profesional.

El técnico sueco iba a dejar el cargo después del torneo, pero consideró tan brillante el porvenir de Walcott que no quiso desaprovechar la oportunidad de pasar a la historia como el técnico que apostó por él –pese a que luego no le hiciera jugar en todo el campeonato-. Los tabloides ingleses recordaron que Pelé se dio a conocer en Suecia 1958 con la misma edad y que llevó a su país a proclamarse campeón del mundo. Desde ese verano, los focos no se apagarían jamás. A veces disminuiría la intensidad, pero en el fondo seguirían ahí, atentos, esperándole. Esperando al nuevo Pelé, y luego al nuevo Henry, y luego, simplemente, a un 'crack'.

Algunos años después, Wenger fichó a Oxlade-Chamberlain. También muy joven, también del Southampton. Y dijo que debía gestionar mejor las expectativas. No caer en los mismos errores que con Walcott.

Walcott tiene aún 28 años y sigue siendo futbolista. Los focos se mudan a Liverpool, y quizá allí deslumbren menos. Quizá allí, pensará, pueda volver a empezar.