The River Tour

Cuando como culé me preguntan cuándo he sido más feliz en el Camp Nou, mi respuesta siempre es la misma: la primera vez que vi allí a Bruce Springsteen. El Barça me ha dado grandes alegrías, pero estas incluyen, antes de materializarse, una posibilidad de derrota y sufrimiento que con Bruce nunca se da. Vamos, que en el peor de los casos vas a disfrutar de ocho y tal vez esa noche ocurra algo aún más mágico y acaricies el diez.

Nadie sabe aún lo que ofrecerá Springsteen en su gira europea, que empieza el 14 de mayo en Barcelona rememorando el tour del 81, que le valió entonces para presentar The River, un doble álbum que ha envejecido tan formidablemente bien como Bruce. En la gira americana la estructura de los conciertos ha sufrido pocas variaciones. Meet me in the city para empezar, luego las 20 canciones de The River en el riguroso orden del disco, un bloque que suele arrancar con Badlands y donde caben algunas variaciones en cada concierto, para terminar con una traca final que suele empezar con Born to run y concluye con una energética versión de Shout. En resumen, más de tres horas de show en la gira más previsible en cuanto al set list se refiere, pero no por eso menos mágica.

Tuve la oportunidad de verle varias noches en Los Ángeles y el mimo y la intensidad que con los arreglos o las introducciones ha dado a cada tema de The River hacen que el show sea una delicia. Con un soberbio Steve Van Zandt dando un paso al frente a nivel vocal y una voluntad de magnificencia en los temas más suaves del disco, la gira americana ha sido antológica, pero el recogimiento y la recreación entera del disco solo podía darse en pabellones. En Europa, el Boss actúa en grandes estadios, y en Brooklyn avisó de que a partir de ahora no iban a tocar entero el disco.

El silencio y el grito

¿Qué nos prepara, pues, para el Camp Nou? Sólo él lo sabe, pero yo, que le acabo de ver, les digo que seguro que va a valer mucho la pena. Sigue dominando la alquimia. La fiesta y el recogimiento. El silencio y el grito. El compromiso y el legado. Es una gozada ver la camaradería entre ellos en el escenario, la complicidad con el público que cada noche le ha llevado en volandas y con las convicciones que ha mantenido a lo largo de los años. Suspender su concierto en Carolina del Norte para mostrar su oposición a la denominada ley HB2 de instalaciones públicas, privacidad y seguridad, entendida desde amplios sectores como un ataque a los derechos y libertades de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, supuso un foco para dar luz al asunto, al que se sumaron otros artistas como Ringo Starr. «Algunas cosas son más importantes que un concierto de rock», escribía Bruce en su web. Y le aplaudo, al tiempo que afirmo que lo suyo con la E Street Band es mucho más que un concierto de rock. En mayo disfrutaremos.