Vino de mi cosecha

Teoría de 'Cuore'

JOSEP M. FONALLERAS

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Les confieso que no soy un adicto a las revistas del corazón ni tampoco a las que podríamos decir que se dirigen a un público femenino. Por circunstancias profesionales que no vienen al caso, hace años trabajé toda una temporada en un resumen semanal de este tipo de publicaciones y el trabajo me sirvió como un eficaz método de vacunación. Es decir, me interesa lo que ocurre para ver cómo evoluciona el mundo de los referentes sociales, pero intento no detenerme demasiado por motivos de estricta salud mental. Pero estos días me he fijado más de la cuenta enCuore, que este periódico regala cada domingo. Me ha fascinado. Seguramente no voy a descubrir nada nuevo y es muy probable que los lectores y lectoras habituales (quizá va dirigida a un público femenino, pero el espectro lector, observador,voyeur, es, por descontado, mucho más amplio) ya hayan tomado nota de lo que ahora voy a contar. Pero yo, que solo la veía en los quioscos y que no conocía sus secretos, estoy a punto de convertirme en un fanático de esta revista que despierta los rincones oscuros, las intimidades de los famosos.

La operación intelectual deCuorees de altísimo nivel. Primera premisa: quien hojea la revista es una persona normal y aburrida. Tiene unos referentes inducidos que están en todas partes y que, por unos momentos, se alejan de la normalidad y el aburrimiento para trasladarse a un universo de lujo, riqueza y belleza. Hasta aquí el ejercicio es similar al de las revistas del corazón convencionales. Queremos ser lo que vemos reflejado. Nos gustaría navegar por el Mediterráneo en el yate de las princesas de Mónaco y asistir a fiestas organizadas porFlavio Briatore. Nos gustaría lucir vestidos espectaculares en la recepción de una embajada o ser invitados a la boda de una actriz rubia, delgada y joven. De hecho, no solo nos gustaría estar sino ser realmente todos estos personajes. El glamur que venden las revistas del corazón ayuda a la identificación, provoca que se disparen los deseos. Sin embargo,Cuore hace una operación distinta. Enseña los mismos protagonistas (de hecho, ¡siempre son los mismos!), pero destaca las deficiencias, acentúa sus defectos.

La suplantación

Queremos parecernos a ellos, pero ¿de verdad vale la pena? La estrategia es muy similar a un tipo de pedagogía que utilizaba un cura tridentino que tuve de confesor de niño. Ante mi fijación adolescente y pecaminosa (onanista, por descontado) por determinadas figuras femeninas, él me aseguraba que todo era producto de trampas fotográficas. Aun no se había inventado el Photoshop, pero venía a decir: «No existen, ¿no ves que son falsas?».Cuoredice: «Existen, ¿pero no ves que son tan imperfectas como tú?». En la última entrega, hay estrellas desgreñadas, con marcas de sudor en las axilas, con calzado inapropiado, pliegues sobreros en los pantalones, barrigas prominentes, bañadores demasiado pequeños o demasiado llamativos. Y, además, recalcan lanormalidadde los modelos con comentarios de estética de fotonovela, un mecanismo zafio que, en lugar de divinizar, ridiculiza y, pues, humaniza.

Pero las referencias están ahí. Y quien no tenga claro que no vale la pena parecerse, tiene la oportunidad de suplantar a los modelos. De hecho, se le incita a la suplantación. «Hazte con un monoshort parecido», dice la revista. O «Compra un vestido estampado como el deSara Carbonero». Es el objetivo final: no son nada, pero tú también podrás ser como ellos.