Tatuajes modernos

ALBERT ESPINOSA

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El otro día fui a casa de unos amigos que organizaban una fiesta infantil. Había niños de 10 y 11 años... Estaban jugando al fútbol en el jardín a una variedad que llamaban mundi... Al poco rato descubrí que aquello no dejaba de ser nuestro attack y gol, pero con otro nombre. Y es que pocas cosas cambian cuando eres un niño. Pero lo que sí me sorprendió es que casi todos los chicos llevaban un moratón gigante en el brazo. No lo entendía muy bien, así que le pregunté a uno de los chavales y me contestó... Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana...

Tercer lugar. Víctor Ullate Ballet (Teatre Victòria). Fabuloso y sensacional espectáculo que te lleva a uno de esos lugares donde te sientes único y en paz. Brutal la felicidad que desprendían Josué Ullate Jonatan Luján.

Segundo puesto. Taxi... al TNC! (Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya). Es el espectáculo

inaugural de la temporada. Fue genial la mezcla de felicidad y asombro que se producía en la platea. La sensación de sentirte parte de ese lugar y las ganas que te invadían de subirte al escenario. Magistral.

Primera posición. Gravity, la película de ciencia ficción de Alfonso Cuarón. Hacía años que no sentía que el cine me transportaba a otros mundos. La sencillez de su guion y la inmensidad de su imagen me trasladó a otro lugar y me dio una seguridad total. ¡Obra maestra!

Y volviendo al chaval que jugaba al fútbol con los amigos, me contestó que aquello era la moda de ahora en el colegio. Te mordías tú mismo el brazo hasta que te salía un moratón... La pregunta era obvia: ¿por qué?... Tardó un rato en contestarme, como no comprendiendo la pregunta, como si fuera la cosa más extraña que alguien podía querer saber... Finalmente me respondió: «Son nuestros tatuajes, son gratis y fáciles de hacer...».

Se mordió el otro brazo hasta que le salió otro moratón y se fue a jugar al mundi... Pensé en aquella increíble frase de Herbert Asquith: «La juventud sería absolutamente perfecta si llegase un poquito más tarde en la vida...» ¡Feliz domingo!