PECCATA MINUTA

Tartufos

Soldados y monjes de 1714, 'molierescos' Tartufos, por más daño que hayan causado a propios, extraños y a sí mismos, siempre encontrarán razón y redención en su particular interpretación del absoluto

Carles Puigdemont, en el Centro de Prensa de Bruselas, junto a varios 'exconsellers'

Carles Puigdemont, en el Centro de Prensa de Bruselas, junto a varios 'exconsellers' / periodico

JOAN OLLÉ

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Hasta el día 26 se celebra en el Cortile della Maddalena de Alba (Piamonte, Italia) la Feria Internacional de la Trufa Blanca, tartufo bianco en la lengua de Gramsci. Pero el título de este artículo no remite hoy a este hongo silvestre y esquivo, a 6.000 euros el kilo, sino a los molierescos Tartufos, devotos engañadores de inocentes, que, por más daño que hayan causado a propios, extraños y a sí mismos, siempre encontrarán razón y redención en su particular interpretación del absoluto (su absoluto). Soldados y monjes de 1714 han querido llevar (ignorando el andar de la historia) a la muy diversa Catalunya de hoy (tan lejana a ellos) a la gloria (su gloria), aunque solo hayan conseguido aparcarla temporalmente en la mierda (que nunca es su mierda), solo aplaudidos por la mejor xenofobia europea y algún que otro Putin o Assange. El nacionalismo (yo soy más que tú) es como los pedos: nos encanta la familiar fragancia de los nuestros, pero nos repugna el hedor de los ajenos.

Y ahora, ante la tan denostada, pero (¡uf, gracias, maldita España!) aceptadísima llamada a elecciones del (presunto) corrupto Mariano (que bien hubiera podido convocar Tintín Puigdemont), todos y todas (incluidas las CUP) quieren hacer tabla rasa (como si la cosa hubiese acabado en empate) para resituar sus torres, caballos, alfiles e infinidad de peones (reyes y reinas, no, gracias; yo tampoco), como si solo hubiese pasado el tiempo. No: los experimentos en casa y con gaseosa.

Subir a Montserrat a pie

Si servidor hubiese contratado a Pepe Gotera y a Otilio como arquitectos y mi futura casa se hubiese desplomado antes de entrar en ella, pediría serias responsabilidades a la aseguradora y me negaría en redondo a confiarles una segunda oportunidad, ya que solo a la tercera (dicen) va la vencida. ¿Se imaginan volver una vez más (o dos) a más de lo mismo?

Ahora (medio arrepentidos, 'ma non troppo') intentan maquillar su fracaso en la guerrera superioridad del adversario

Personalmente estaría dispuesto a subir a Montserrat a pie con garbanzos crudos en los zapatos con tal de no volver a escuchar durante algún tiempo las proféticas y arrebatadas voces que nos han llevado al absurdo, y ahora (medio arrepentidos, ma non troppo) intentan maquillar su fracaso en la guerrera superioridad del adversario encarnada en Fainé y Felipe VI. ¿No quedamos en que Junqueras era historiador y economista?

El gerundense Antoni Puigverd lo enunció (denunció) magistralmente desde su periódico: no se trata de pedir tibias disculpas de inexperiencia, sino de pura y dura honestidad intelectual. A la espera del futuro y después de brindar a la salud de mi viejo amigo Molière, me pasaré por Can Petràs, en la Boquería, a que me pese (para celebrar que aún seguimos vivos) algunos miligramos de tartuffo, que huele a escape de gas, pero no a pedo.