Al contrataque

Tarjetas fantasma para todos

JORDI ÉVOLE

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Más de un 9% de los hogares españoles las pasan canutas para poder pagar los gastos relacionados con la vivienda, como es el caso de la hipoteca. No lo dice la oposición a Rajoy, sino el Instituto Nacional de Estadística. Por otra parte, los desahucios aumentaron casi un 4% el segundo trimestre. No lo dice Ada Colau, sino el Consejo General del Poder Judicial. Además, en el 2014 han persistido los suicidios por culpa de los desahucios. Un caso: este verano se ha quitado la vida en Granada un activista de Stop Desahucios. Y, pese a todo esto, nos acabamos de enterar del derroche cometido por una banda de irresponsables de Caja Madrid y Bankia. Pues si de verdad todos los españoles somos iguales, ¿por qué no nos lo demuestra el Gobierno? ¿Por qué no nos regala a todos una tarjeta fantasma como esa que tenían el Blesa, el Rato y cía?

Nos comprometemos a no tirar la pasta como han hecho ellos, y a destinarla a pagar la hipoteca, por ejemplo. Así, ningún mangante podrá soltar que quienes no pagan la hipoteca es porque han vivido por encima de sus posibilidades. Y, al fin, el banquero volverá a confiar en nosotros, los malos, porque pagaremos. Será fabuloso. Qué bien volver a la normalidad. Y el próximo año, en Semana Santa, el Gobierno podrá repetir lo que ya hizo esta Semana Santa: indultar a un banquero. El banquero indultado este año, un director, robó 30.000 euros de las cuentas de sus clientes. Pero qué bien volver a la normalidad. ¡Que viva la caridad cristiana! Eso sí, sin exageraciones, en su justa medida, claro. Por eso no me ha sorprendido leer hace poco este titular: Un zamorano irá a la cárcel 5 años después de robar 476 euros. Normal. No hay que tener piedad con gente que roba la nimiedad de 476 euros, ya que eso desprestigia a la profesión.

Robemos y listos

En cambio, limpiar 15 millones de euros, como en Caja Madrid y Bankia, brilla y da esplendor, como la real academia, pero del sablazo, a cargo de banqueros, sindicalistas y políticos. Sí, también políticos, unos políticos como Dios manda, grandes emprendedores y no como el Pablo Iglesias ese. Mucho Podemos, mucho Podemos, ¿pero y qué? ¿Qué podemos? Nada. Mucho palique, pero nada. ¡Basta ya de hablar por hablar! Al grano: si tanto podemos, hagamos, y, si hacemos, robemos y listos, claro que sí, muy listos. Más listos que el hambre. Y si no, que se lo pregunten al hombre que hace un par de años entró a robar en un banco de Málaga para que lo metieran en prisión. La crisis lo había arruinado, estaba lleno de deudas y no sabía qué hacer. Y decidió simular un atraco porque le habían dicho que, al salir de la trena, cobraría una ayuda. Le salió todo al revés: no lo metieron en la cárcel y tuvo que pagar una multa. El hambre es menos lista que el Blesa, que entró en chirona y salió en un pispás. Igual lo sacaron para que pudiera cobrar rápidamente una ayuda económica.