Dos miradas

El sueño del alquimista

EMMA RIVEROLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No es la palabra más hermosa, ni siquiera suena bien, no nos conduce al paraíso de las expresiones nobles, no nos inflama el corazón, ni cosquillea la piel, ni ganará jamás un concurso de palabras bonitas. No es un camino, ni una meta, ni evoca un pasado épico ni un excelso futuro. No es un sustantivo ilustre, ni un verbo enérgico, tampoco un adjetivo orgulloso. Pero de todas las palabras de la lengua catalana, me quedo con este breve, insignificante y humilde adverbio: potser. Por sí solo apenas es nada, pero según la compañía, sus seis sencillas letras se modelan como la plastilina.

A veces, el potser toma la forma de una lágrima gris, es el adverbio del lamento, del arrepentimiento, de todo lo que podía haber sido y no fue. Otras, el potser se transfigura en la sólida llave que abre el cofre de la razón. Es la voluntad tozuda del inconformista que rebusca entre los porqués tratando de encontrar respuestas a todo lo que no comprende. Y, a veces, algunas veces, el potser se transmuta en el sueño del alquimista. El poder y el ser unidos para romper los imposibles. La sonrisa del niño que patalea. La puerta entreabierta de los amantes. La utopía del soñador. Un cruce de vías inesperado que conduce del anhelo al éxito. Un elixir para días de incertidumbre.