Suelo y cielo

Perspectiva. De eso va hoy la cosa. De cuál es la distancia óptima para ver con claridad. Para poder tener oxígeno para respirar. Para poder escapar de las burbujas de intereses que nos tienen sometidos. Hay quien aún insiste en hacer patrias chicas y en el proteccionismo, para vallar el corral y seguir domando a las ovejas con antojo caciquil, pero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, igual que en su momento hizo la Comisión Europea, nos recuerda que lo mejor que nos puede pasar es escapar de nosotros mismos.

En España se han producido abusos escandalosos de la banca sobre la ciudadanía, con la complicidad de la política y los órganos reguladores. ¿Ajuste de cuentas con los responsables? Poco o ninguno. Así, tras armarse y sacarse a la bolsa ese monstruo de Frankenstein llamado Bankia, la CNMV y el Banco de España se han escapado de la quema, y muchos de los amorales dirigentes de las entidades que armaron Bankia, también. Tarjetas 'black', jubilaciones exageradas, desfase y lujo, mientras a los clientes los cargaban de preferentes, inversiones de riesgo o hipotecas con cláusulas suelo que ahora por fin han saltado por los aires.

Pero no han sido los juzgados catalanes ni españoles. Ni nuestros gobiernos. Ni nuestro Tribunal Supremo. Este último nos dijo en el 2013 que las cláusulas suelo eran abusivas, pero ya había casos en el 2003, y de esos diez años de diferencia el Supremo no se quiso ocupar. Los argumentos fueron alucinantes: que si se devolvía el dinero a los perjudicados, habría riesgo de trastornos económicos graves, por afectar al sistema bancario. ¡Un sistema bancario que es el que estaba provocando el atropello! Quien nos ha liberado es el Tribunal de Justicia de la UE.

Este es un gran momento

O sea que este es un gran momento para definir la palabra 'patria' y lo que de verdad les pedimos a los que nos gobiernan en su nombre. Es un gran momento para ver de parte de quién están nuestros tribunales, nuestros políticos… Es un gran momento para pensar en quién defiende al ciudadano. En quién nos iguala y en quién nos condena manteniendo privilegios difícilmente justificables en favor de los grandes depredadores.

Hoy nuestro cielo, aunque imperfecto y en construcción, se llama Europa, y lo que nos impide volar hacia su efectividad son los intereses particulares de cada Estado, presunto o real, que lo que quiere es clavarnos en el suelo para que ellos puedan seguir siendo los caciques de la finca ¡Ah!, y sobre lo de las cláusulas abusivas de las hipotecas, que sepan que nuestros bancos no nos van a devolver el dinero sin rechistar. Nuestros jueces deberán dictaminar en cada caso si las cláusulas que firmábamos eran o no «comprensibles y transparentes». O sea, que cojan provisiones para un largo viaje con final incierto. Feliz año viejo.