Dos miradas

Soy anticatalán

La derecha extrema no necesita diseños simpáticos, originales o exclusivos, y no compra camisetas, ni tazas, ni fundas de móvil, ni banderitas de bolsillo. Lo tienen tatuado en la piel

Aznar, hoy en València

Aznar, hoy en València / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Suerte que lo anuncian como si se tratara de una web de bromas pornográficas o de despedidas de soltero, porque, si no, nos enviarían directamente a la hoguera, pasando antes por la trepanación. Dice esta web de "diseños simpáticos, originales y exclusivos" que "nuestra única intención es una vuelta de tuerca sarcástica, sin ánimo de promover el odio ni ofender a nadie". Suerte que no incitan al odio y que lucir en una camiseta (o en una taza, en una funda de móvil o en una banderita de bolsillo) el lema "Yo soy anticatalán" es fruto de la "creatividad participativa". Me han quitado un peso de encima y casi estoy a punto de comprarme uno de los productos si no fuera porque son feos con ganas. Y lo digo sin ningún ánimo de promover el odio, solo como experiencia estética.

Esta, sin embargo, es la anécdota. La categoría la firma un personaje como Aznar, sin atributos de odio - visibles, quiero decir -, que avisa de una "realidad que tendrá una traducción histórica implacable" y que "Cataluña necesita el remedio de la ley". Atento el pelotón: el "sólido sentido nacional" con el que España ha evitado la insurgencia no implica todavía una victoria, como diría la FFF, "justa y merecida". Aznar apuesta por una auténtica campaña de demolición. Esta derecha extrema no necesita diseños simpáticos, originales o exclusivos, y no compra camisetas, ni tazas, ni fundas de móvil, ni banderitas de bolsillo. Lo tienen tatuado en la piel. Anécdotas y categorías.