La sonrisa de la Gioconda

El último once de la Juventus en la Champions, en el partido de vuelta de octavos de final contra el Oporto.

El último once de la Juventus en la Champions, en el partido de vuelta de octavos de final contra el Oporto. / periodico

JORDI PUNTÍ

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Aparten a las criaturas, que vuelve Dani Alves. La eliminatoria de Champions ante la Juventus nos juntará de nuevo con el dueño de la banda derecha, el lateral más decisivo (y más excéntrico) que ha tenido el Barça. ¡Tantos años intentando decidir si nos gustaba mucho o solo bastante! ¡Tantas temporadas dudando si, fuera del campo, era un gracioso o un pesado! ¿Cómo será el Alves del Juventus, pasado por los rigores invernales del Piamonte y la solemnidad casi germánica de los turineses?

El enfrentamiento abre aún más interrogantes. Habrá que avisar a Messi Rakitic de que, llevados por los automatismos, no pasen la pelota a Alves. Habrá que avisar a Neymar para que no se distraiga delante de su compatriota: la vida no siempre es un carnaval. Habrá que ver hasta donde llega el aura de la remontada contra el PSG, si los héroes inspiran temor o si ya han agotado todos los comodines de la baraja.

Nuestros tres delanteros aún son más decisivos, pero da la sensación de que la Juventus se ha renovado mejor en el centro del campo

El referente más inmediato para este partido es, claro, la final de la Champions de 2015, jugada en Berlín. La primera constatación es que han pasado dos años, que en tiempo futbolístico es mucho más que 24 meses. La Juve ya no tiene a Pirlo y nosotros ya no tenemos a Xavi. Sus puntales italianos, como Chiellini Barzagli o el eterno Buffon también se deben dosificar, al igual que Iniesta. Ellos han cambiado un delantero ex madridista por otro (Higuaín por Morata) y han añadido un argentino con apellido polaco (Dybala), pero nuestros tres delanteros aún son más decisivos. Cierto que Dani Alves también tiene 33 años, pero es que a la vez la Juve cuenta con un Alves de recambio: el colombiano Cuadrado. Conste que no repaso su alineación para asustar a los aficionados culés --con el 6-1 nos ganamos la inmunidad--, pero sí que en general da la sensación de que ellos se han renovado mejor en el centro del campo...

CUESTIÓN DE BIORRITMOS

Más allá de las estrellas individuales, todos los equipos buscan una idea de conjunto, una combinación de caracteres que funcione toda la temporada y les dé personalidad dentro del campo. Los ocho equipos clasificados en la ronda de Champions tienen biorritmos distintos, desde el tono crepuscular y efectivo del Real Madrid de Cristiano al atrevimiento aventurero y un poco inconsciente del Leicester City. En el caso de la Juventus actual, da la impresión de que para algunos es el equipo de las segundas oportunidades. Jugadores importantes que buscan otra ronda de gloria, como el propio AlvesMandzukicBenatia Khedira (¿se acuerdan?). Nada como el hambre atrasada para llenar el estómago, tal como demuestra la trayectoria casi perfecta que llevan esta temporada.

La personalidad del Barça se la daba el peso de la cantera más dos o tres puntales estelares, pero con Luis Enrique esta continuidad ha perdido fuelle

En cuanto al Barça, su personalidad se la daba el peso de la cantera, acompañada por dos o tres puntales estelares, pero con Luis Enrique esta continuidad ha perdido fuelle. Cuando los recambios no se hacen notar --como ocurrió con Arda Turan André Gomes ante el Deportivo--, hay que tener un lugar donde poder desviar la vista y tomar aire. La Masia siempre te podía dar alguna respuesta. Lo digo, más que nada, porque hace 21 años que la Juve no gana la Copa de Europa. Ah, y porque como decía el otro día 'La Gazzetta dello Sport': “El Barça es como la Gioconda, todos la conocemos”.