La sociedad digital

¿Hacemos un uso estratégico de las redes sociales?

Deberíamos ser más conscientes de la importancia de las redes para la trayectoria profesional y cuidar la marca personal o los contactos

Pantallazo de Linkedin, una de las redes sociales para profesionales

Pantallazo de Linkedin, una de las redes sociales para profesionales

LOURDES MUÑOZ

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Del mismo modo que muchos ayuntamientos tienen un plan smart city y las empresas uno de transformación digital, las personas debemos tener nuestro propio plan de estrategia en redes sociales o en el ámbito digital.

Los proyectos smart de las organizaciones están basados tanto en la gestión de grandes volúmenes de datos (con el objetivo de tomar decisiones más inteligentes) como en la presencia estratégica en las redes sociales (orientada a proyectar una imagen de marca, gestionar la comunidad de clientes y promocionar proyectos o productos concretos). ¿Estamos haciendo las personas un uso smart ?

La ciudadanía ha tomado conciencia de su poder de influencia participando en las redes sociales sobre asuntos políticos y sociales. Cada vez más, nuestros contactos publican en sus redes, o incluso nos envían por mensajería, contenidos respecto de los temas de actualidad. Muchas personas crean sus campañas usando las redes con una finalidad social (change.org, la  plataforma de peticiones del mundo, tiene numerosos ejemplos).

Por otro lado, hay que pensar que la vida laboral de las personas va a ser mucho más dinámica, y por tanto menos estable. Prácticamente no encontraremos personas con una trayectoria profesional en solo una o dos empresas, y proliferan las personas que trabajan de forma autónoma para diversas empresas. En este entorno dinámico, cobran importancia los usos estratégicos de la presencia digital para tener oportunidades laborales.

En este caso se trata de hacer un uso de las redes sociales de forma estratégica como comunicación de marca profesional, es decir, considerarse a sí mismo como una marca para conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales, y usar  estos espacios para cumplir objetivos profesionales como: conseguir un puesto de trabajo, permanecer en el actual o tener consideración de referente de una materia. Y ser consciente que no se trata solo de nuestra acción proactiva en un momento determinado, ya que en los procesos de selección las empresas analizan las redes sociales de candidatos y buscan perfiles que destaquen.

Es necesario tener una buena red de contactos y saberlos gestionar en la sociedad digital. Diversos teóricos demostraron hace más de una década el valor económico de los diferentes conocimientos, entre ellos el conocimiento tácito. ¿Saber quién?, ¿quién sabe qué? y ¿quién sabe cómo hacer qué?

El valor de este conocimiento incluye un conjunto de relaciones sociales para acceder y utilizar eficientemente esta información. La red permite la transmisión de conocimientos tácitos. La participación en redes sociales, en concreto en grupos de networking, es un buen ejemplo en el que la base del intercambio es conocimiento tácito, y de ahí su importancia para nuestras oportunidades profesionales como individuos.

Por ello, más allá de la participación ciudadana, donde la ciudadanía tiene más poder de comunicar tanto en política como ante las empresas, las personas deberían ser más conscientes de la importancia del uso de las redes para su trayectoria profesional y cuidar aspectos como la marca personal o nuestra red de contactos.