LLAMAR LA ATENCIÓN

Señoras, esta es la nuestra

Si todo va como ha ido con lo de los turistas, alguien hablará por fin de ginefobia y dirá que no se puede tolerar

Estado en el que quedó el bus turístico tras el asalto del jueves pasado.

Estado en el que quedó el bus turístico tras el asalto del jueves pasado.

ISABEL SUCUNZA

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Reciclar es bueno. Partiendo de esta premisa he elaborado una idea que a lo mejor nos podría salvar la vida a unas cuantas, poca broma.

Empiezo por el principio de la cadena del reciclaje: la basuraHan tachado de turismófobos a unos que pintaron un autobús turístico turismófobos y pincharon las ruedas de unas cuantas bicis. La idea trasciende lo individual, así que las instituciones no han tardado nada en calificar estos actos como parte de una fobia que es imperativo eliminar de raíz.

Esa es la basura, decía, y pienso que lo es porque evidentemente las autoridades equivocan el tiro: no hay un sentimiento compartido contra el turista por mucho que ellos digan que sí. 

Manipulación interesada

Y ahora, reciclemos esta basura, aprovechemos que algunos parecen tan predispuestos a la criminalización generalizada para convertir esta manipulación interesada de los hechos en algo útil.

Señoras, subámonos a un autobús, alquilemos bicicletas y demos vueltas por la ciudad. Vayamos en tropel a la playa y quedémonos horas sin ponernos bronceador. Compañeras, es el momento de abrir tiendas de licencia dudosa que no tengan nada que ver con el comercio histórico de los barrios. Vayamos en chanclas por las Ramblas, borrachas; siempre borrachas. Hagamos todo esto hasta que un tío nos pinte la luna del autobús y otro salga con un cartucho de silicona e inutilice las cerraduras de nuestros negocios. Tres o cuatro más nos pincharán las ruedas de las bicis.

Discriminación real

Un centenar de vecinos de la Barceloneta vendrán a echarnos de la playa. Y entonces, si todo va como ha ido con lo de los turistas, alguien hablará por fin de ginefobia y dirá que no se puede tolerar. Puede que alguien replique que se yerra el tiro de nuevo, pero otros tirarán de archivo y hablarán de todas las muertas y torturadas que ha habido hasta ahora, se verá que esta sí es una discriminación real y, entonces sí, finalmente algo empezará a cambiar.

Ya, amigas, es triste ser menos que un cualquiera que pasa por aquí, pero puede que esta sea nuestra oportunidad. 

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