IDEAS

Segundos ombligos

ALBERT ESPINOSA

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Artículo 437. El otro día cogí un taxi y la taxista era una chica increíble con una energía de aquellas capaces de cambiar el universo de sitio. Le habían practicado una traqueotomía y por ello tenía un pequeño hueco en el cuello,  pero para ella era como si tuviera un segundo ombligo y así se lo contaba a sus hijas pequeñas.

Me encantó ese segundo ombligo a la altura de la nuez. Pero lo que me acabó de entusiasmar fue la alergia que poseía. La mía es al aire acondicionado y la suya me pareció absolutamente más extraordinaria. Resulta que... bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto. Memorias de un padre en 425 pasos, de Diogo Mainardi (Anagrama). Paso a paso, este libro diferente te enamora y te toca el esófago hasta romperlo y reconstruirlo.

Segundo lugar. Potere y Pathos (Palacio Strozzi de Florencia). Es una exposición increíble, en la que destaca ese Cupido descansando después de una jornada intensa de trabajo. Brutal.

Primera posición. It follows, dirigida por David Robert Mitchell. Es una de esas películas que amas u odias. Como a mí no me apasiona el terror, la amé con locura. Habla de todo lo que significa crecer y confiar en el mundo.

Y volviendo a la alergia de la taxista. Me contó que ella no podía soportar el olor a nuevo, era algo químico. Por lo que era alérgica a los coches con olor a nuevo, a los libros recién comprados y hasta a cualquier prenda si no tenía un tiempo. Cualquier cosa que fuera absolutamente nueva le producía una reacción en su cuerpo en forma de sarpullido y de estornudos.

Por ello, la mujer me contaba que siempre intentaba encontrar cosas que le gustasen pero que fueran usadas. Su propio taxi tenía ya tres años, a partir de ese tiempo, la alergia se desactivaba.

No tuve ninguna duda en cuanto abandoné el taxi de que aquella chica era una metáfora de lo que debería ser el mundo. Debo confesar que su segundo ombligo era absolutamente perfecto y reflejaba ese espíritu de reciclaje usado que ella abanderaba. ¡Feliz domingo!