UN REFERENTE DE LA LUCHA VECINAL

Sant Cosme y Txarango, caminos y sueños

La lucha humilde y cotidiana solo se sostiene colectivamente porque somos animales solidarios

Manifestación vecinal por las calles de Sant Cosme a finales de los años 70 para reclamar mejoras urbanísticas.

Manifestación vecinal por las calles de Sant Cosme a finales de los años 70 para reclamar mejoras urbanísticas. / periodico

ALGUER MIQUEL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La primera vez que supimos del barrio de Sant CosmeSant Cosme fue a través del Festival Esperanzah. Sus organizadores, vecinos de este barrio del Prat de Llobregat, nos invitaron a participar en un taller de ideas dirigidas a poder seguir haciendo realidad el festival músico-social más importante de nuestra ciudad. 

Lo hicieron así, sencillamente, con aquel hacer abierto y honesto de quien te abre las puertas de casa y comparte contigo los sueños y los miedos. Con aquella familiaridad sencilla de quien hace las cosas con el corazón. Aquel día, sin embargo, aún no éramos conscientes de que aquellas puertas abrían la casa de una amistad inacabable. Y es que con los vecinos de Sant Cosme no hemos hecho otra cosa que aprender, crecer y compartir.

ESPÍRITU COOPERATIVO

Desde aquel primer encuentro, han nacido infinidad de proyectos juntos. El hecho de asociar nuestros festivales Esperanzah y Clownia (bajo el nombre de Cultura con Causa) con la idea de compartir recursos, proyectos, conocimientos, etcétera; el hecho de haber creado juntos la caravana solidaria que nos llevó a actuar a la frontera melillense para denunciar las lamentables políticas migratorias europeas; la participación en muchos de sus proyectos como nuestra vinculación a la cooperativa de telecomunicaciones sin ánimo de lucro Eticom Somos Conexió; o que la fundación Esperanzah sea uno de los 14 colectivos receptores del 50% de los derechos de nuestro último disco 'El Corazón De La Tierra', son solo algunos de los ejemplos de lo que ha dado esta relación.

Nosotros ya nos hemos convertido en unos habituales del barrio. Allí nos hemos empapado del espíritu cooperativo, del conocimiento de la economía social y solidaria hasta el punto de que si Txarango es, hoy en día, una cooperativa sin ánimo de lucro, no se explica sin nuestra vinculación con El Prat. 

ARROZ Y CONVERSACIÓN

La idea de que la economía gobierna nuestro mundo y que, por lo tanto, si queremos cambiarlo uno de los principales elementos a transformar es su economía, nos ha llevado a trabajar juntos desde el primer día. Compartimos el Grup Cooperatiu Plegats, del que formamos parte y al menos una vez al mes nos acercamos para que desde allí nos acompañen en la gestión. Con un poco de suerte, siempre cae algún un arroz y una buena conversación.

Sant Cosme es un lugar especial. De aquellos que tienen ángel. Seguramente todo esto es fruto de que su gente tiene la vida muy luchada. Y a mí, humildemente, me parece que aquellas comunidades a las que no les ha venido nada dado, que han sufrido, que han soportado… generan una sensibilidad y una empatía de su talla. La honestidad sin pretensiones. El abrazo más sincero. La lucha humilde y cotidiana, que solo se sostiene colectivamente, porque somos animales solidarios. Porque nos apoyamos los unos en los otros. Porque esto es la definición de lo que es la vida de un barrio. Porque vivimos el uno en el otro y estamos hechos de la palabra 'juntos'