A Sánchez le falta la CUP

Semana difícil para el PSOE. Mañana plomiza de miércoles. Pedro Sanchez corre por la sierra madrileña y entre bufidos insiste que ni barones ni baronesa cigarrera, que él intentará formar gobierno.Cree que Iglesias puede ser flexible. Confirma que retrasará el congreso y pide mucha calma porque, por más barullo que haya, él irá a la suya. En el jaleo público de los 'aristosocialistas' se unen los que quieren subir y los que no quisieron bajar. El martes, los agraviados de la federación madrileña brindaron por un año sin Sánchez. A alguno de los asistentes, la cena le pareció frentista. A Sánchez le falta la CUP.

Por cierto que, como ya sabemos, Mas ha ofrecido a la CUP un documento de 61 páginas en el que la palabra desconexión aparece 12 veces. El texto explica: «Culminada la primera etapa, se procederá a la proclamación de la independencia, a partir de la desconexión respecto al ordenamiento jurídico español vigente».

Así que la desconexión es el adiós a España que deberá ocurrir «en un periodo máximo de 18 meses desde la celebración de las elecciones plebiscitarias del 27 de septiembre».

Sin embargo, en su discurso de fin de año, Mas no mencionó ni una vez la palabra desconexión ni la palabra independencia. En cambio sí dijo que «en Catalunya y en el Estado se han abierto escenarios políticos de enorme complejidad que obligan a dialogar, a negociar y a pactar».

Así que Mas le propone a la CUP una desconexión exprés que ni menciona en su discurso anual a los catalanes. No se sabe qué está pasando. Igual la desconexión real es la que existe entre Mas y la CUP, decida esta lo que decida.

Volver a una vida anodina

Por cierto, a lo mejor ya no sabríamos vivir en una sociedad normal. Si no fuese por el inmenso lío 'procés'-empate-CUP-elecciones españolas…¿de qué hablaríamos?, ¿sobre qué escribiríamos? Ya no nos acordamos. ¿Os imagináis que llegásemos a casa y la noticia del día fuese algo de fútbol o de la lotería del Niño o así? ¿Os imagináis que volviésemos a hablar de meteorología? Nos quedaríamos sin temas de conversación. ¿Os imagináis regresar a una vida anodina sin pensar que Catalunya y España se asoman al precipicio?¿Estaríamos preparados para una existencia tan calmada?

Para evitar silencios incómodos siempre deberíamos tener unos temas de conversación preparados. Un ejemplo: cómo convertir grados Fahrenheit en grados centígrados. Tenemos que restar 32 a la temperatura en cuestión, dividir por cinco y multiplicar por nueve. Vamos que un grado centígrado equivale a 32 Fahrenheit. Tema entretenido y muy familiar. Se puede, claro, hacer a la inversa.

No sé yo... Casi mejor seguimos como estamos. La calma total parece estar hecha para los países serios. ¡Aquí, al lío!