Crisis en Oriente

¿Salvará Irán a Obama?

Una alianza efectiva de Washington y Teherán contra Irak permitiría al líder de EEUU acabar bien el mandato

¿Salvará Irán a Obama?_MEDIA_2

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XAVIER RIUS

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¿Cuáles son las diferencias entre la crisis actual de Irak, con la ofensiva del Ejército Islámico de Irak y el Levante (ISIL), y las muchas revueltas ocurridas desde el inicio de la ocupación en el 2003? La primera es que ya no se trata de juegos de fuerza de los sunís para retener el poder o garantizarse el control de zonas en las que son mayoría, ni tampoco de ataques para desestabilizar al Gobierno. El objetivo es instaurar un califato medieval en un territorio que va desde la costa de Siria hasta el este de Irak. Un territorio en el que eliminarían u obligarían a convertirse a la población cristiana y chií. La segunda diferencia es que constata el fracaso definitivo de la Administración que ocupa los despachos en Bagdad y la necesidad de imponer un golpe de timón para evitar la fragmentación del país y la consolidación de ese califato.

Ciertamente, el desastre actual viene de una guerra decidida por George Bush en el 2003 en base a una serie de mentiras y de una nefasta gestión, primero de los ocupantes que disolvieron el Ejército y la Administración iraquís y después del Gobierno chií de Nuri al Maliki. Una Administración y un Ejército financiados por Estados Unidos, con unos dirigentes corruptos y sectarios fieles a Irán.

Los únicos que por ahora han sido capaces de hacer frente al ISIL son los peshmergas del Gobierno autónomo del Kurdistán iraquí, que ha aprovechado este caos para legitimar su autonomía y controlar más petróleo. Y la fuga de Mosul y Kirkuk de las tropas de Bagdad le ha permitido agregar de facto la rica en petróleo Kirkuk al Kurdistán, y está en disposición de intentar arrebatar Mosul, la segunda ciudad del país, al ISIL. Pero si el Kurdistán se anexionase Kirkuk y controlase Mosul repetiría los mismos errores en los que ha incurrido Al Maliki.

Después de que el ISIL reiterara su voluntad de conquistar las ciudades santas chiís de Kerbala y Nayaf, parece que Irán ha enviado tropas a estas ciudades iraquís y prevé enviar más. Pero para recuperar Mosul hay también una importante ofensiva aérea, con drones y aviones tripulados, que solo está al alcance de EEUU, que en ningún caso se puede permitir implicarse en una ofensiva terrestre. Así, será necesaria la colaboración entre Washington y Teherán. Y Barack Obama debe dar la vuelta a la situación, dado que fue él quien retiró las tropas de Irak y no se puede permitir terminar su mandato con el triunfo de esta escisión de Al Qaeda y un Irak desmembrado.

Si la ocupación de Irak en el 2003 la justificó Bush con la mentira de las armas de destrucción masiva, Obama tuvo que aguantar hace un año las presiones de Israel y del Partido Republicano para que atacase a Irán. Incluso la cadena Fox, productora de la exitosa serie Homeland, modificó la trama de la misma para mostrar una falsa alianza entre Teherán y Al Qaeda que justificase el ataque. Obama necesita estabilizar Irak y no puede hacerlo sin Irán, pero no está claro que los republicanos se lo pongan fácil.

Washington y Teherán deben ir juntos no solo en la acción militar, sino también en el terreno político, para hacer cambiar de política a Al Maliki. La lista de este volvió a ser en abril la más votada, pero ha sido incapaz de formar Gobierno. Y se necesita un Gobierno en el que los otros grupos chiís, los laicos, los sunís, los cristianos y los kurdos se sientan representados. Y es que si muchos jefes de tribu y milicias sunís han ayudado al ISIL ha sido por la nefasta política de Al Maliki. Escuadrones de la muerte del primer ministro fueron los responsables del asesinato de dirigentes sunís en Bagdad. Y las demandas de los líderes de ciudades sunís como Faluya solo tuvieron como respuesta más represión. Habría también que implicar en este consenso a Arabia Saudí y otras monarquías del Golfo, dado que la ofensiva del ISIL en Irak es continuación de la que ha hecho en Siria y que son las monarquías petroleras las que financian a los grupos que luchan contra Asad.

Obama deberá decidir si da el visto bueno a una ofensiva terrestre de Irán -aunque los iranís lleven uniformes iraquís- a la que EEUU se sumaría con una intervención con aviones y drones, o bien se cruza de brazos mientras Irak se descompone y él arruina el legado de su presidencia.

Mosul es la mítica Nínive de la Biblia de la que Jonás huyó y a la que gracias a la ballena volvió para predicar su destrucción total  en  40 días si sus habitantes no se arrepentían. Ahora la caída de Mosul y la huida de la ciudad de un Ejército que ha dejado las armas en manos del ISIL abre un escenario de destrucción total en Irak en menos de esos 40 días. Habrá que ver si Washington y Teherán se pueden poner de acuerdo para evitarlo.