Sager, la sonrisa de la NBA

La pasada madrugada falleció Craig Sager, uno de los reporteros de televisión más conocidos de la NBA. El periodista de la TNT, tan famoso por sus entrevistas a pie de pista como por sus coloridas y extravagantes chaquetas, tenía 65 años.

La liga vivió una jornada de luto y su figura fue recordada en todas las canchas, una imagen difícilmente exportable a España, donde el periodista por norma es visto como un cuerpo extraño o un enemigo sin más. En todas se guardó un minuto de silencio, a excepción del Oracle Arena, la casa de los Warriors. «Teniendo en cuenta como era Craig, pensamos que era más apropiado tener un momento de alegría», dijo el técnico Steve Kerr, encabezado el emotivo aplauso de la grada.

Todas las estrellas, sin excepción, han mostrado a través de las redes su cariño por Sager, diagnosticado con una leucemia en el 2014. En lugar de hundirse, Sager sacó fuerzas para seguir trabajando mientras se trataba. Su lucha inspiró una campaña en EEUU («Sanger Strong»). Convertido ya en un icono, sus visitas a cada cancha fueron una muestra de estima.

La leucemia no le impidió cubrir la última final entre los Warriors y los Cavaliers. En 30 años no lo había hecho ya que la TNT no tenía los derechos. La ABC tuvo la deferencia de acreditarlo para cubrir el sexto partido. Un homenaje más. Al ir a entrevistar a Lebron James, este le inquirió: «¿Déjame que te lo pregunte? Cómo es que hasta ahora nunca habías cubierto las finales. No tiene sentido. Te queremos»

También Gregg Popovich, el técnico de los Spurs, conocido por su aversión a los micrófonos, le mostró su respeto mientras era entrevistado por el hijo de Sager: «Haces un gran trabajo, pero preferiría que tu padre estuviera aquí», y luego dirigiéndose a la cámara, como si hablara a Sager directamente, añadió: «Vuelve. Te echamos de menos».

Sager cubrió muchos deportes, desde béisbol a NFL, golf o tenis. Pero su imagen estuvo siempre asociada a la NBA, compartiendo sonrisas y complicidad con ídolos como Magic, Jordan, Barkley, Kobe o Lebron.

Muchos de ellos, con los que le unió también una buena amistad, llegaron a un grado de confianza tal como para bromear en directo acerca de sus chaquetas. Pero las americanas de Sager no eran para destacar. Solo para transmitir su alegría.

Para recordarle, Erni Johnson, comentarista deportivo de referencia en EEUU, decía que Sager era especial porque siempre tenía una sonrisa y trataba como un amigo a todo el mundo. «Eso es la vida», repetía Sager a quien quería escucharle.

La NBA ha acabado devolviéndole el cariño que repartió.