Reyes y leyendas

Luis Enrique da instrucciones al equipo durante el partido contra el Granada

Luis Enrique da instrucciones al equipo durante el partido contra el Granada / JORDI COTRINA

ALBERT GUASCH

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Si el lenguaraz Zlatan Ibrahimovic considera que entró en el Paris Sant Germain como rey y se marcha como leyendaZlatan Ibrahimovic, ¿qué tendrá derecho a decir Leo Messi el amargo día que nos abandone? Entró como un pipiolo introvertido y se irá -que el destino quiera que sea cuando apenas se aguante en pie- con una colección de títulos gigantesca, el tamaño de su talento. Ocho ligas ya. Como Iniesta. ¿Y qué podrá decir Luis Suárez, el 9 total que no consiguió ser el sueco en Barcelona? Más humilde y más eficaz. “Mis compañeros me lo ponen fácil. A veces solo tengo que empujarla”, comentó en Granada.

Piqué dijo un día con su característica sorna que “la jugada favorita de Suárez es poner su culo gordo contra el defensa contrario y dejar pasar el balón”. Y se rió Gerard, que sabe mejor que nosotros que el uruguayo aporta tanto, que ha conseguido lo impensable, que es rivalizar con Messi en el protagonismo de este campeonato sinuoso. Se diría que Suárez habría podido hasta con esos feroces y desmesurados defensores del Granada del 74 que intimidaban tanto que, como decía Castellanos en una deliciosa entrevista con este diarioCastellanos , los jugadores rivales preferían saltar al ruedo de la plaza de toros que al campo de los Cármenes.

JUERGA PÚBLICA

Suárez y sus compañeros se lanzarán finalmente a la rúa. Impusieron a la precavida directiva sus ganas de celebrar un título que ha resultado menos fácil de lo previsto. No hacerlo, esperar al final de la Copa, emitía el mensaje de que la Liga era inevitable, de cierta saturación, de inercia en la victoria. Y Luis Enrique y su plantilla han querido subrayar que el éxito cuesta mucho esfuerzo y una vez se obtiene merece una juerga pública. Aunque el equipo lleve seis de ocho ligas, u ocho de doce, cada conquista es extraordinaria. Y Bartomeu reconoció el argumento al dar marcha atrás. 

Este es un equipo de reyes y de leyendas auténticas que han marcado una época triunfal insólita. Se merecen cada una de las fiestas que se les pueda organizar.