Tú y yo somos tres

La 'renaixença' de Marta

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Gran alegría en casa. «¡Marta Rovira ha resucitado!» gritaba nuestro canario flauta Papitu con una excitación extraordinaria. En efecto, en el <i>Debat electoral</i> de TV-3 hemos visto la gran renaixença, la gran resurrección, de Marta. 

Ahh! Llegó al plató con una empenta insospechada. Se movía como pez en el agua. Entraba a todos los trapos con una energía fantástica. Repartía estopa con una desenvoltura colosal. Interpelaba a Albiol, a Arrimadas, a Iceta, con gran desparpajo. Aunque no fuera su turno de palabra les interrumpía, les reñía, les increpaba.

Y todavía le quedaba energía, en los pocos instantes en los que tomaba aliento, para defender vehementemente a Jordi Turull cuando algún desalmado constitucionalista le arreaba. O sea, que esos rumores de que ERC y JxCat ya están a la greña, en ese debate, al menos, quedaron muy disimulados.

Marta estaba radiante. Comprendámosla: ¡por fin el debate en TV-3! Es decir, ¡por fin la comodidad de estar en casa! Vicent Sanchis la miraba con una ternura muy grande, y ella le decía: «¡Senyor Sanchis, es que m'han al·ludit directament!» ,y el director de TV-3 se derretía y le concedía otro turno de palabra.

Este subidón mediático que le ha sobrevenido a Marta yo creo que comenzó a fraguarse el viernes, día 15, cuando precisamente Sanchis le hizo la entrevista-masaje. Fue una sesión que no la mejoran en los balnearios de Caldes. Marta había quedado muy dolorida tras su paso por Salvados (La Sexta)Allí, Arrimadas le pegó un meneo que la dejó baldada.

¡Ah! Esto de ir a a las cadenas extranjeras sienta fatal. De hecho, en <i>El debate</i> que moderó <b>Ana Pastor</b> en La Sexta, fue sustituida por Carles Mundó. No es verdad que ERC la retirase porque no sabe hablar castellano o porque no lo habla con soltura. Si fuera así significaría que durante toda su etapa escolar, en los años 80, la inmersión lingüística en catalán habría sido un éxito total. No habría habido ni un ápice de colonialismo opresor del castellano, tal y como se proclama.

De modo que quizá lo que tuvo Marta fue un bajón. Probablemente una fatiga post-<i>Salvados</i>. Pero tras el reparador trabajo de Sanchis en calidad de personal trainer, hemos visto una Marta totalmente recobrada. Inmersa en TV-3, le invadía el confort. Y volvió a instalarse en su burbuja, en esa ensoñación tan particular de una Catalunya imaginaria.