El debate migratorio

¿La regularización de Obama?

Legalizar la residencia de los 11 millones de simpapeles de EEUU interesa también a los republicanos

XAVIER RIUS SANT
Periodista.

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En febrero del 2008, en un debate celebrado en la Casa de América en Madrid, el diplomáticoCresencio Arcos,miembro del Partido Republicano y exdirector de Relaciones Internacionales del Departamento de Seguridad de EEUU, explicó por qué había fracasado el intento de regularización de la inmigración irregular que un año antes había impulsadoGeorge Bush. Arcosdijo que muchos congresistas republicanos que estaban por esa regularización no se atrevieron a reconocerlo públicamente por miedo a ser tratados de blandos por rivales de su partido, y que lo mismo había ocurrido entre los demócratas.

Dos años después, en el 2010, y con motivo de la controvertida ley de Arizona que permitía la persecución de inmigrantes por su apariencia étnica y castigaba a quienes ayudasen a los simpapeles,Sarah Palin dijo aquella famosa frase en castellano: «Obamano tiene cojones» por haberse opuesto a esa norma.Palin, perteneciente al Tea Party, el sector duro del Partido Republicano, lo dijo pese a queObamano impulsó la reforma migratoria que había prometido para regularizar al grueso de los simpapeles de EEUU, la mayoría de los cuales trabajan sin poder cotizar, sobre todo en la agricultura de Tejas, Arizona y California.

Pero parece que algunas cosas han cambiado, pues ahora cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas han llegado a un pacto para impulsar la regularización de la mayoría de los 11 millones de inmigrantes irregulares que viven en EEUU. Poco después,Obamarecordó: «A menos que seas indio, viniste de cualquier otro lugar». Y es que tras la nueva victoria deObamaen noviembre los republicanos han constatado que el 71% del voto hispano acabó en manos del presidente reelecto. Por eso se han dado cuenta de que difícilmente volverán a ganar las elecciones si no cambian su discurso sobre el creciente colectivo de la inmigración, muchos de cuyos integrantes viven la religión y los valores familiares de forma más cercana al ideario republicano que al demócrata.

La propuesta que avalaObamano contempla un arraigo de distintas velocidades, extremo destacable en un momento en el que, a diferencia de lo que ocurre en gran parte de Europa, la combinación de austeridad en unos sectores, inversión y medidas para incentivar la producción, las exportaciones y el consumo han permitido a EEUU afrontar la crisis financiera sin disparar el paro. A diferencia de lo que podría estar pasando ya en ciertos lugares de Europa, en EEUU los autóctonos no compiten con los inmigrantes por empleos en sectores como la agricultura.

Obamapuede conseguir esta vez su objetivo: la regularización la defiende no solo por motivos humanitarios, sino económicos, ya que hacersalir de la sombra a millones de personas conllevará que coticen y paguen impuestos. Con todo, podemos preguntarnos: ¿la reforma se hará gracias a la insistencia y persuasión deObamao, sobre todo, porque los republicanos ya no pueden prescindir del voto hispano?