Recuerdos de un celiaco

TOMÀS NAVARRO

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Hace justo un año escribía un artículo titulado los celíacos no son personas normales en el que explicaba las desventuras que vivía un celíaco en el día a día. Pues justo hoy he recibido el siguiente correo de una persona celíaca.

"Llevamos alojados unos días en un hotel y un camarero encantador y con una gran sensibilidad hacia el tema nos ha tratado maravillosamente; pero hoy, justo hoy, ha cambiado el turno y de nuevo nos hemos topado con alguien que nos ha mirado como si fuéramos unos paranoicosegocéntricosdivos desconsiderados.

Hoy, justo hoy, nuestra vida en el hotel ha pasado de ser relativamente normalizada a ser incómoda."

Siempre hay un día dónde tu vida cambia. Para algunas personas éste es el día de su boda; el día que marca un cambio de etapa. Para otras personas ese día tan especial es el día en el que termina la carrera, el día que le tocó la lotería, el día que fue padre o madre o el día en el que rescató a su perro de la calle.

Todos tenemos un día en nuestra vida que recordamos con especial cariño, un día que supuso un cambio en nuestra vida, pero un cambio de los de verdad, de los memorables.

Algunos de estos cambios tienen una evolución incierta, algunos son cambios a peores y otros a mejor. Pero siempre hay un día en nuestra vida que no podremos olvidar y que divide tu vida en antes del cambio y después del cambio. De esta manera, añades un marcador a tu linea vital a tu historia. Yo puedo ubicar un recuerdo antes de ser padre o después, antes de publicar fortaleza emocional o después, antes de conocer a mi pareja, o después.

Pero para un celíaco hay un día especial que recordará toda su vida, el día en el que le diagnosticaron la enfermedad, el día en el que tuvo que asumir que nunca más volvería a comerse un bocadillo como los de antes, el día en el que saboreó su ultima cerveza con gluten, el día en el que fue de tapas y se despidió de aquellos calamares a la romana que tanto le gustaban, el día en el que tomo su ultima pizza favorita, el día en el que sabia que nunca mas volvería a comer aquella pasta fresca tan buena...

Pero también es el día que tuvo que asumir que su alimentación nunca volvería a ser la de antes, el día en el que ir a un restaurante dejo de ser algo bonito para ser algo estresante, el día en el que en sus viajes tuvo que incorporar una logistica especial y cargar con una maleta llena de productos sin gluten.

Los no celíacos, por favor, no entonéis el ahora hay muchas cosas sin gluten, en tal supermercado hay muchos productos sin gluten o el yo también podría comer sin gluten. Tampoco no miréis a los celiacos como bichos raros cuando les piden al camarero que les frían las patatas con aceite nuevo o que no se quieren limitar a comer una ensalada y un pollo a la plancha otra vez, o que en un buffet les saquen algun producto de la cocina para que no este contaminado.

Los celíacos, lamentablemente, no podrán olvidar el día en el que fueron diagnosticados, o los padres de celiacos el dia que diagnosticaron a sus hijos, pero de todos nosotros depende que sigan añadiendo recuerdos negativos a su vida después del diagnóstico o no; de todos nosotros depende que les compliquemos o le facilitemos la vida a los celíacos.

La próxima vez que escuches a un celíaco decir... Esto fue cuando comía con gluten... Por favor, haced un esfuerzo por empatizar con él.

¿Te has preguntado alguna vez por qué recuerdas lo que recuerdas?