Pequeño observatorio

Recordando al extraordinario Josep Pla

El propósito evidente del escritor, de notable capacidad dialéctica, era dar testimonio de su época

zentauroepp4354783 madrid 10 04 2006    fotografia de josep pla facilitada por 171116192107

zentauroepp4354783 madrid 10 04 2006 fotografia de josep pla facilitada por 171116192107 / Destino

Josep Maria Espinàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando yo era joven tuve varias ocasiones de tratar con el escritor Josep Pla. De vez en cuando dejaba el Empordà y venía a Barcelona para hablar con su editor, Josep Vergés, y hacer un rato de tertulia con quienes colaborábamos en la revista 'Destino'.

Pla, escritor incansable, defendía el valor de la continuidad, tanto la empresarial como la periodística. Así se construyó una obra notable de formulación rotunda de ideas y opiniones. Quizá se podría decir que abría un camino contra el elitismo.

Algunas de sus sentencias hoy pueden considerarse arbitrarias, pero siempre impactan al lector de hoy. Como cuando dice que el genio susceptible es, generalmente, el perezoso. Lo decía, claro, un escritor que no paraba de escribir.

Ya hace tiempo subrayé en un libro de Pla algunas frases o sentencias que ahora he encontrado. Una dice: "Para llegar a escribir algo que tenga sentido, es necesario haber escrito muchísimo". "La creación literaria, como todas las cosas de este mundo, está muy afectada por la vitalidad de quien la lleva a cabo. Es el mismo proceso de la germinación vegetal en relación con la tierra".

Josep Pla tenía como casa una masía, y salía para ir a dar vueltas por el mundo, pero sus raíces aparecen en sus escritos: ¿habla de agricultura o quizá de literatura -pienso- cuando dice que "las tierras más aptas son las que tienen más grasas y más abonos y están más bien regadas"?

Es fácil aplicar estas palabras a la escritura. Y este consejo me parece que se debe tener en cuenta: "Cuando se ha observado y pensado largamente un objeto, una historia, escribid rápidamente: todas las cosas superfluas e inútiles quedan eliminadas totalmente".

La capacidad dialéctica de Josep Pla era notable. Y su mirada -entornando los ojos- era una expresión de malicia. Tenía, como escritor, un propósito evidente: dar testimonio de su época.