ANÁLISIS

El buen fútbol

Liberados del corsé de Cristiano, los jugadores blancos creen firmemente que son mejores y que la fuerza está en el grupo

Isco celebra un gol ante el Roma en la Champions.

Isco celebra un gol ante el Roma en la Champions. / .45109230

Mónica Marchante

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Sin Cristiano hay paraíso. Lo gritaron desde el césped toque a toque este miércoles los jugadores del Real Madrid, que se dieron un festival de juego ante la Roma. Un arranque inmejorable en la competición preferida por el club blanco, esa cuyo título aspiran a revalidar por cuarto año consecutivo.

No es la única aspiración del equipo para esta temporada. También lo es demostrar que sin él, sin su líder durante años, también ganan,  golean y hasta son capaces de mejorar notablemente su forma de jugar al fútbol.

La exigencia de trabajar para Ronaldo ha condicionado el rendimiento de la mayoría durante estos años. Liberados de ese corsé, los jugadores creen firmemente que son mejores y que la fuerza está en el grupo.

Cada partido se convierte en una buena ocasión para demostrarlo. Frente a la Roma jugó el centro del campo titular, el de la segunda parte de San Mamés. El que gusta a los pesos pesados de la defensa. Con Casemiro equilibrando la medular, junto a Kroos Modric Isco en el último tercio con Bale Benzema.

30 disparos

El futbol del miércoles fue muy vistoso, decidido, al ataque. Sobresaliente hacia adelante aunque no tanto en defensa, lo único que deberá mejorar Lopetegui. El Madrid disparó en 30 ocasiones, 11 a puerta, uno al palo y 6 interceptados por Olsen, sin duda el mejor de la Roma. Aunque la posesión no fuese tan desequilibrada (59% para el Real Madrid y 41 para la Roma), el dominio y control del partido fue para los locales.

Atacaban por oleadas, fueron 3 goles pero pudieron ser media docena. La ejecución de la falta que hizo Isco fue brillante, la jugada del 2-0 entre el pase de Modric y la cabalgada de Bale levantó al estadio, y el golazo que firmó Mariano en su redebut con menos de 15 minutos en el campo, fue el colofón a una gran noche de futbol, a la que también se apuntó Asensio con una ruleta para seguir la fiesta.

Ya nadie se acordaba de aplaudir a Manolas. Ni de Zidane. La noticia de la expulsión de Cristiano en Mestalla se recibió con indiferencia. La grada disfrutaba del espectáculo.

Tocar sin parar

El buen fútbol es universal. Las milongas, también. Durante los años de Guardiola en el Barça se promovieron interesadamente teorías respecto al futbol que gusta y el que no en el Bernabeu. Que si ese juego del Barça no se le toleraría en Concha Espina, que si el Madrid es otra cosa, que si aburría tanto sobeteo al balón...pues ahí están Modric, Isco, Benzema, Asensio y compañía, tocando sin parar y sin que nadie desafine en esta banda.

Sale el Madrid a ganar, dice la letra de su himno. La música suena bien y el director acierta cuidando el repertorio. El solista de los records se fue con su música a otra parte y los músicos no le echan de menos. Tócala otra vez, Isco.