Rajoy, el poder del dinero y el ornitorrinco

JESÚS RIVASES

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En Madrid y en otras partes, los funcionarios recelan de empresarios y banqueros. "Los funcionarios ven la vida de cierta manera", afirma un preboste del Ibex-35, en una sobremesas madrileña, para describir los Gobiernos de Rajoy, registrador de la propiedad, repletos de abogados del Estado, Técnicos Comerciales del Estado, Inspectores de Hacienda entre otros aristócratas de la función pública. El empresario del Ibex, como tantos otros, quiere que haya Gobierno pronto, pero no "cualquier Gobierno y menos uno con Podemos".

Hoy, martes 23-F, 35 años después de la asonada de Tejero, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seone, y los presidentes de otros think tanks patriosos, entre los que destaca el Cercle d'Economia, que lidera Antón Costas, presentará en Madrid el documento Por un Gobierno estable. El turno de la política. Reclamarán la formación rápida de ese Gobierno, pero eludirán precisar más y cada uno entenderá lo que desee o le convenga.

También en Madrid, el Consejo Empresarial de la Competitividad, que preside César Alierta, canceló la semana pasada su segunda reunión en mes y medio. No está claro si por problemas de agenda -Francisco González, Ana Botín o Isidre Fainé, entre otros, se han saltado varias reuniones- o para eludir el compromiso de decir algo sobre la situación política. Sin embargo, banqueros y empresarios -unos ellos mismos, otros por intermediarios, pero sin que los identifiquen-  envían el mensaje de que si Rajoy no logra la gran coalición, el PP permita un Gobierno PSOE-Ciudadanos. No les entusiasma ese pacto, pero -más allá de la reforma laboral- tampoco han sido forofos de Rajoy y sus Gobiernos.

Las presiones a Rajoy seguirán, pero el presidente resistirá y banqueros y empresarios saben que el poder es, sobre todo, político. Por eso cultivan el favor de los Gobiernos que, al final, tienen el arma definitiva del BOE, que da y quita, como ha ocurrido tantas veces en España y en tantos sitios. Si el dinero mandara, la Cuba de Castro o la Venezuela de Chavez y Maduro hubieran durado un telediario y Tsipras no seguiría ahí. Nada más llegar Rajoy a la Moncloa, Emilio Botín llamó a Luis de Guindos para pedirle la intervención de España por la troika. Cuando el ministro le dijo que "no", el banquero le respondió, "estupendo, yo apoyaré lo que tú hagas". José María Aguirre Gonzalo, presidente de Banesto, lo explicó en los albores de la democracia: "El banquero tiende a ser gubernamental, no puede ser de otra manera".

Rajoy, el presidente menos dúctil a empresarios y banqueros, quizá porque los funcionarios "ven la vida de cierta manera", soportará distante unas presiones que conoce tan bien como ignora. Mientras algún lector del desaparecido Umberto Eco recupera la cita del autor italiano cuando, en "Kant y el Ornitorrinco", recuerda que el inglés Boscoe Pertwee escribió que "hace tiempo estaba indeciso, pero ahora ya no estoy tan seguro" y se la envía a la Moncloa acaso como tema de reflexión.