Pequeño observatorio

Raimon no es retirable

Raimon está en plena forma vocal, y su 'crit' todavía tiene la fuerza juvenil que empujaba a la gente a aplaudirle y a solidarizarse con él

Concierto de despedida del cantautor Raimon, anoche en el Palau de la Música de Barcelona.

Concierto de despedida del cantautor Raimon, anoche en el Palau de la Música de Barcelona.

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Me gusta mucho que EL PERIÓDICO haya dedicado una página a la retirada profesional del cantante Raimon tras una larga carrera. He escrito «me gusta» para evitar el uso de una formulación que es habitual y que siempre me parece inadecuada: «Celebración de la retirada...». Yo, al menos, no celebro que Raimon se retire. Más bien lo lamento. Porque Raimon está en plena forma vocal, y su 'crit' todavía tiene la fuerza juvenil que empujaba a la gente a aplaudirle y a solidarizarse con él.

Ya sé que celebrar es una palabra que se utiliza en las ocasiones más diversas. Celebramos una fiesta, un éxito, un nacimiento... Los futbolistas, cuando consiguen hacer un gol, lo celebran abrazándose. Si algún amigo o pariente es distinguido con un premio o un cargo notable, decimos que «esto se debe celebrar».

La historia de Raimon es indiscutiblemente celebrable. Públicamente celebrable. Ya celebramos su aparición, su descubrimiento, cuando lo conocimos en Xàtiva -¿me equivoco?- y únicamente había escrito sus dos primeras canciones. Tenía una fuerza comunicativa que era muy importante en unos tiempos en los que nacía la Nova Cançó. Cantaba 'Al vent!' con tanta energía que pensamos que ese viento tan poderoso, aquel vendaval, se abriría paso por toda Catalunya. Y así fue.

Han pasado muchos años y los pulmones de Raimon se han conservado, inmunes al paso del tiempo. Y la franca provocación verbal ha sido acompañada de la lírica: «Al meu país la pluja no sap ploure...». Porque Raimon, como recuerda oportunamente Jordi Banciotto en este diario, más allá de su famoso crit, ha dado una nueva vida pública a los clásicos catalanes, como Ausiàs March y el menos conocido Joan Roís de Corella.

Raimon se retira en la madurez. Lástima. Quisiera recordarle que la fruta madura es la que tiene mejor zumo.