OPINIÓN

Quo vadis, Neymar

Neymar, en el Paris SG.

Neymar, en el Paris SG. / periodico

Mónica Marchante

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Iba a pasar, pero quizás no tan pronto. Que Neymar iba a durar poco en París lo sabían hasta las paredes del Camp Nou. Y que si no salía la jugada puente hacia el Real Madrid el intento sería de regreso, también.

Hace algo más de un año reconoció el presidente del FC Barcelona que habían confiado demasiado en Neymar y en su padre. A esas declaraciones, realizadas en el diario 'Sport', respondió 'Ney' con un bofetón: "Ese presidente es una broma".

Lo que no parece una broma ahora es que el propio jugador está intentando volver al mismo club que dejó plantado sin avisar y de sopetón en agosto de 2017. Al mismo a quien su padre reclamó una prima de renovación  aún habiéndose marchado el jugador al PSG.

Y todo eso después de los gravísimos problemas y el desgaste que le supuso al club el fichaje del futbolista al Santos con un chapucero contrato que acabó en los juzgados por estafa y corrupción entre particulares salpicando al actual presidente del Barça. Menuda broma.

Más allá de la jugosa operación económica, marchándose a París Neymar prefirió aquel verano ser estrella multimillonaria del equipo más rico de una liga menor a compartir protagonismo con el mejor del mundo, Leo Messi. Eligió ser adorado por el jeque Al Khelaïfi y por una afición que, a su vez, esperaba a un líder que pusiera al club en condiciones de ser candidato real a la Champions.

La cruda realidad

Lo primero pasó la primera temporada, especialmente al comienzo. Cuando el destino cruzó los caminos de PSG y Real Madrid en octavos de Champions parecía que el Madrid estaba eliminado sin jugar siquiera. La cruda realidad fue otra. 'Ney' no fue el jugador decisivo que el acontecimiento requería en el Bernabéu, y una inoportuna lesión le privó de jugar la vuelta y el resto de la temporada. Y así fue como los 222 millones invertidos se diluían por el sumidero de los octavos de la Champions.

Neymar y su cabeza estaban ya en el Mundial de Rusia. Y allí empezó a crecer la china que el brasileño llevaba meses en el zapato: 'Voilà, monsieur Mbappé champion du monde!'

En la mejor edad para serlo, 26 años, quien debía liderar a la selección de Tite murió en la orilla de Kazan frente a la gran Bélgica de Robert Martínez. De aquella noche se recuerda un disparo a puerta y muchas quejas, manos al tobillo izquierdo, protestas y al final, lágrimas. Brasil quedó en los cuartos de Rusia y Mbappé volvió a París como campeón del mundo y candidato a pelear por el trono de sucesor. Ese trono en el que Neymar comienza a no sentirse tan seguro.

Tras el verano llegó el cierre del mercado, y Florentino sin mover ficha. Es sabido que el  presidente del Madrid hace tiempo que solo tiene ojitos para 'Ney'. Pero ahora hay que pagar la casa nueva.

De la serie 'Quería retos más grandes' nos esperan nuevos capítulos. Habrá foto de Piqué en Twitter con un '¿Vuelve Neymar?'. Esto sí que es una broma. Pero de dudoso gusto.