LAS ELECCIONES DEL 21-D

Quince días de vértigo

Todo apunta que el desarrollo de la campaña será determinante para decidir el voto de mucha gente

Miquel Iceta en el acto de la Constitución, realizado esta mañana en Rubí.

Miquel Iceta en el acto de la Constitución, realizado esta mañana en Rubí. / periodico

ORIOL BARTOMEUS

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El escenario electoral en Cataluña se mueve. Y muy probablemente continuará haciéndolo hasta el mismo día de las elecciones. Todos los datos indican que el terreno electoral catalán no está asentado ni mucho menos. Existe tensión y una enorme volatilidad, lo que se va a trasladar a la campaña de los partidos. Será una guerra de nervios hasta el mismísimo 21-D.

Hace justo un mes publicamos en Agenda Pública una pieza que defendía que las elecciones del 21-D estaban más vivas de los que pudiera parecer, y donde se definían nueve espacios que podrían determinar el resultado final de los comicios. Hoy estos espacios siguen mostrando actividad, y muy probablemente la seguirán mostrando hasta el último minuto del último día.

1. La frontera entre ERC i JxCat se ha mostrado como el espacio de mayor movilidad en el último mes. Posiblemente por la configuración definitiva de la lista de Carles Puigdemont, que hasta hace poco era la mayor incógnita de esta convocatoria. Según los sondeos, la aparición de JxCat habría movido cerca de 200.000 votantes, que hace un mes mostraban intención de apoyar a ERC y ahora se muestran partidarios de JxCat.

2. La frontera entre C’s y el PSC aparece en las encuestas como uno de los espacios determinantes en estas elecciones, principalmente por su dimensión (más de 100.000 votantes) y por la incertidumbre sobre su decisión final. A diferencia de lo que sucede en el espacio independentista, aquí las encuestas no se ponen de acuerdo sobre la dirección de este voto. En unas los datos muestran una clara propensión a optar por los socialistas, mientras que en otras es C’s el más beneficiado.

3. El espacio de competencia en el voto españolista entre C’s y el PP parece claramente definido y no se vislumbra que vaya a cambiar durante la campaña. Este es un voto claramente decantado hacia C’s. Si las encuestas dan a los de Ínés Arrimadas la posibilidad de ser primera fuerza en votos, la decantación del antiguo voto popular hacia C’s se va a fortalecer aún más.

El espacio que conforman
los votantes de JxSí que ahora se muestran indecisos será determinante

4. La frontera entre Catalunya en Comú y ERC puede ser determinante no solo por sus dimensiones (otros 100.000 votos en juego) sino por qué definirá en parte las posibilidades del bloque independentista de alcanzar la mayoría absoluta en escaños. Este espacio no parece haberse movido desde octubre. Hay un empate tácito entre trasvases.

5. El espacio de competencia entre la CUP y los comunes parece haberse secado a medida que se acercaba la campaña y crecía la competencia dentro del bloque independentista. En octubre ya era una frontera de dimensiones reducidas, pero ahora lo es más.

6. La frontera entre CeC y el PSC parece decantarse hacia los socialistas. Hay claramente más votantes de CSQEP que ahora dicen que optarán por Iceta, que votos del PSC que ahora votarían a los de Domènech.

7. Existe un espacio de dimensiones modestas de votantes que oscilan entre JxSí y el PSC. Es un camino poco transitado, que las últimas encuestas muestran que se decanta más hacia los socialistas, aunque no va a ser determinante para el resultado final.

8. El espacio que conforman los votantes de JxSí que ahora se muestran indecisos será determinante. Este es probablemente el voto al que apuntaba ERC en su estrategia de abandono del unilateralismo. Es un espacio esencial para el independentismo, puesto que su pérdida lo alejaría (¿definitivamente?) de la mayoría absoluta en el nuevo Parlament.

Simplificciones de brocha gorda

Este parece ser el espacio dónde se refugian los independentistas reacios a la DUI, que ya aparecían en los sondeos posteriores al 1 de octubre. Son un voto complejo, difícil de convencer en unas elecciones donde impera el maniqueísmo y las simplificaciones de brocha gorda. Pero son muchos y van a ser decisivos.

9. También girará alrededor de este otro espacio de dimensiones considerables: los indecisos que hace dos años votaron a C’s. Se han movido durante noviembre, principalmente volviendo a C’s a medida que éste consolidaba su posición, pero aún queda voto por decidir. Este es un voto que está en el mercado a la espera de una oferta atractiva.

Quedan 15 días para el 21-D, la campaña ya está en marcha y esta vez todo apunta que será determinante para decidir el voto de mucha gente. No den nada por sentado porque todo está en el aire. Cualquier movimiento, cualquier traspié, cualquier ocurrencia, esta vez puede mover suficientes votos como para alterar significativamente el resultado final. Saldremos de dudas el 21 por la noche. O ni tan siquiera entonces.