en contra DE LA NAVIDAD

Quiero luces todo el año

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Ese señor que tiene aspecto de sensato e inteligente pero, sobre todo, de ponderado, lógico, cuerdo, mesurado, portador, con honor, de un apellido que suena a la calle deLa casa de las mantasy, solo por eso, ha de ser acogedor y cálido.Un señor que representa, dicen, los deseos de los nuevosprogres catalanes, de izquierda y separatistas. Pues ese señor debería de dar un paso más, no ahora, no, en un futuro inmediato, para hacer desaparecer la Navidad. Él, que si no tiene el poder, lo parece, puede.

Una idea así mola más que el queJose Mourinhodeje el Real Madrid. Y lo deje hundido. Bueno, hundido ya está, pero lo deje. Un calendario de 12 meses con Navidad cada día es el sueño de cualquier republicano, independentista y, no nos engañemos, de cualquier catalán y español, español de verdad. No europeo, no, español auténtico. ¿VerdadIosu?

Y que conste, aunque no lo parezca, que no estoy en contra de la Navidad. O sí, pero no tanto. Y no estoy en contra de la Navidad porque hoy, precisamente hoy, se cumplen 50 años de aquella nevada que nos tuvo a todos losPérez de Rozas, es decir, a 32 personas, encerrados enLa Ronda, que era el cuartel general de la familia, que, rodeada de nieve en la Ronda Universitat 23, nos pasamos tres días comiendo, cenando, durmiendo, jugando a cartas, parchís y dominó. Alguien que celebra la Navidad a lo bestia no puede estar en su contra.

Pero sí puede pedir una manera muy original, muy republicana, muy deOriol y deJunqueras, que el espíritu navideño se reparta a lo largo de los doce meses del año. Dejar de simular ser felices solo un mes al año.

La familia, en paz

Pido que la ciudad tenga luz todo el año. Y que la gente se quiera, se bese, se roce y se felicite todo el año. Y nos regalemos cosas, aunque sea un chicle, todo el año. Y vayamos a cenar o comer a casa de los suegros o los papás dos veces por semana y no una vez al año. Porque, encima, hay familias que se pelean, una vez al año, porque no se ponen de acuerdo dónde comen y cenan el 24, 25 y/o 26. Y eso que estos días no hay fútbol. Fíjense si somos malos. O si nos hace malos la Navidad. Y, sin Navidad, además, le quitamos a CR7, pobre, la posibilidad de sufrir todo el año otro Balón de Oro paraLeo Messi. Y a los pilotos de Iberia la posibilidad de putearnos.

Y todo está en manos deOriol Junqueras. Desde la República hasta la Navidad. Como demostró el 25-N. Por cierto, Feliz Navidad. O no.