Apunte

¡Qué noche la de aquel día!

Josep Maria Pou

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Yo sí estuve allí. Ahora mismo, mientras escribo, tengo la entrada enmarcada delante de mis ojos. La foto de los cuatro Beatles. Y el texto: Plaza Toros Monumental de Barcelona. The Beatles. John-Ringo-Paul-George. Dia 3 de julio de 1965. Sillón de Pista. Fila 12, número 14. 400 pesetas. 

Este trozo de papel (apenas 15x8 centímetros) me ha acompañado a lo largo de los 50 años que ayer se cumplieron. Siempre en mi despacho, en un lugar prominente. Imagen laica en altar laico. Recuerdo vivo de aquella noche en la que, por unas horas, abandoné la España de Franco -You better run for your life if you can, cantaban ellos- y me creí ciudadano del mundo. Todos -18.000, dicen que estábamos allí- nos sentimos iguales a quienes ya habían disfrutado del concierto en países más libres que el nuestro. Y no puedo escribir que me sentí libre del todo -Free as a bird- porque no consigo olvidar (vuelven a recordármelo las fotos que se reproducen estos días) los uniformes de los grises que nos vigilaban desde todos los rincones (yo creo que tocábamos a uno por cabeza), como si los que estábamos en el ruedo, y aun en las gradas, de aquel coso taurino, fuéramos miuras en estado de celo dispuestos a embestir, bajo el influjo de la música maldita (muchos dixit) a cualquier persona de orden que se nos pusiera por delante.

Aun así, la recuerdo como una de las mejores noches de mi vida. Que había empezado días antes con la decisión de emplear los ahorros de todo el año en el importe de la entrada, que seguía con la escucha ininterrumpida de sus canciones, y que culminaba, el 3 de julio, en un arriesgado viaje en Biscúter de Mollet a Barcelona, ida y vuelta, con los amigos. ¡Qué noche la de aquel día!

Me doy cuenta ahora, 50 años después, de que les debo mucho a los Beatles. Más de lo que creía. Entre otras cosas -y no es asunto menor- el aprendizaje del inglés. Traduje y me aprendí, palabra a palabra, diccionario en mano, la mayoría de sus letras. Con ellos me lancé a decir Do you want to know a secret? I should have kown better y hasta Ob-La-Di, Ob-La-Da, que no es tan fácil como parece.

Al día siguiente en la misma Monumental, a las 5,45 horas de la tarde, Don Álvaro Domecq rejoneó un hermoso novillo del Excelentísimo Sr. Vizconde de Garcia-Grande, Curro Romero, Segura Fuentes lidiaron seis hermosos toros de Don José Matías Bernardos.

Como si nada hubiera pasado. Pero pasó.

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