Al contrataque

Qué hacías tú...

Los parisinos dejan flores y velas en honor a las víctimas de los atentados, en el café Carillon, en París.

Los parisinos dejan flores y velas en honor a las víctimas de los atentados, en el café Carillon, en París. / EL MS

JORDI ÉVOLE

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Otra fecha para esa pregunta. Pues yo estaba en el sofá de casa, acababa de ver las noticias. Informaban que un bombardeo estadounidense en Siria había matado a 'John, el yihadista', ' protagonista de vídeos del Estado Islámico, decapitando a periodistas y cooperantes. (No se pierdan el perfil del 'perla' que escribió Marc MarginedasMarc Marginedas). A uno le han educado en no alegrarse de la muerte de nadie, pero uno no siempre logra actuar conforme a la educación que ha recibido.

Seguí en el sofá viendo en TV-3 una peli de Bill Murray, pensando en irme a dormir en la publi. Pero como ahora vemos la tele (y hacemos casi todo) con el móvil en la mano, me conecté a Twitter y leí sobre unas explosiones a las puertas del estadio de Saint-Denis en un Francia-Alemania amistoso; toma paradoja. Hablaban de dos muertos. Pero que habían tenido que evacuar a Hollande. Al poco, los muertos ya eran 15, y no solo allí, también en barrios céntricos parisinos. Y que en una sala de fiestas había rehenes.

Ahí empieza ese ansia informativa que te hace recorrer perfiles de Twitter desconocidos pero aparentemente bien informados. Y el goteo de imágenes. La primera, un vídeo del partido, de esos de cinco segundos en bucle, que te suelen ofrecer un gol espectacular. Pero esta vez, es una jugada en el centro del campo. Pero en el tercer segundo se escucha una explosión, que parece que aturde hasta a Patrice Evra, que se deshace del balón. En la grada es recibida con el jolgorio con el que son recibidos los petardos en la cancha. Segunda imagen, la foto de cómo informan a Hollande, aún en el palco, con los ojos cerrados mientras escucha. No puedo dejar de recordar la foto de George W. Bush recibiendo la noticia del ataque de las Torres Gemelas mientras visitaba una escuela en Florida, el día que empezó todo.

La ley del ojo por ojo

Mi tele sigue encendida. Zapeo buscando información y no es fácil. Mientras, en el móvil veo la imagen del césped lleno de espectadores a los que les han prohibido salir del estadio. En el marcador televisivo, las públicas nos golean a las privadas. Y la radio a la tele en general.

Todavía es pronto, la policia ni ha entrado en Bataclan. El viernes noche había empezado con la noticia de la muerte de una 'celebrity' del yihadismo. Pero hace pocos días Mikel Ayestaran, periodista experto en Oriente Medio, me recordó la ley por la que se rigen muchos radicales: la del ojo por ojo. Sigo buscando información de unos atentados que se pueden narrar en multicámara, no como los que ocurren a diario en lugares más lejanos, y con cuyas víctimas no nos identificamos. Pero los muertos de París podríamos haber sido nosotros, que en una noche de viernes podríamos haber ido al fútbol, a tomar algo o a un concierto. O quedarnos en el sofá, en nuestra burbuja, con el móvil en la mano.